La economía creció 2,3% en el tercer trimestre y con ello, entre enero y septiembre el Producto Interno Bruto (PIB) de Chile acumula un avance de 2,1%. Dado este escenario de menor crecimiento al esperado es que las expectativas para el año comenzaron a ajustarse acercándose al rango 2,2%-2,3%, alejándose cada vez más del 2,6% que proyectó el Ministerio de Hacienda.

Un reflejo de aquello es la proyección que incorpora el Consensus Forecasts que recortó su previsión para este año desde 2,4% a 2,3%. De concretarse es previsión, Chile se ubicaría en la posición 13 entre 18 de Latinoamérica respecto de su crecimiento. En el detalle de la lista de países, Chile superaría a Argentina que se prevé se contraiga 3,4%; Ecuador que crecerá 0,6%; México con un 1,5%, Bolivia con un alza de 1,6% y Colombia con un 1,8%.

Para el próximo año, la previsión no mejor, puesto que las instituciones consultados la recortaron de 2,3% a 2,2%. Y en comparación con Latinoamérica, el país estará quinto entre 18 naciones, superando a Bolivia, Brasil, Ecuador y México.

¿A qué responde el bajo crecimiento? La respuesta no es otra que la debilidad que sigue mostrando la inversión y el consumo. Esto quedó reflejado en las cifras de cuentas nacionales que mostró que la formación bruta de capital fijo (inversión) completó cinco trimestres de caídas consecutivas. Si bien en el trimestre julio-septiembre desaceleró su caída en comparación a los cuatro trimestres anteriores con una baja de 0,2%, todavía no logra ver cifras azules en términos anuales. En este caso, el componente construcción y otras obras cayó 1,1% en línea con una menor edificación. En contraste, la inversión de maquinaria y equipo exhibió cifras positivas con un alza de 1,2%.

Con esto, se ratificaría que la inversión caerá por segundo año consecutivo, tal como lo viene anticipando el BC en el Informe de Política Monetaria, que anticipó en septiembre que esta variable terminará 2024 con una caída de 0,8%.

Por su parte, el consumo privado de los hogares sigue bastante débil logrando un crecimiento de sólo 1%. En el detalle informado el lunes por el Banco Central, el consumo de bienes no durables fue la principal incidencia al alza, liderado por las compras de productos alimenticios, farmacéuticos y de vestuario. Le siguió el componente de servicios, donde destacó el gasto en transporte, educación y salud. Finalmente, el consumo de bienes durables también exhibió cifras positivas, reflejo de mayores compras de productos tecnológicos.

Inflación al alza

El Índice de Precios al Consumidor de octubre sorprendió al alza al mercado. Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el IPC anotó una variación mensual de 1,0% llegando a un acumulado en el año de 4,5% y de 4,7% en 12 meses.

Este registro, que no estaba en el escenario de ningún analista, no sólo generó sorpresa, sino que también comenzó a tener consecuencias en las proyecciones que esperan los economistas tanto para la inflación de este año, como en la convergencia al 3%, que es la meta del Banco Central. Y esto se vio también reflejado en que las proyecciones del Consensus Forectasts pasaron de esperar un 4,5% para el cierre del 2024 a un 4,7%, mientras que para el próximo año pasó de 3,4% a 3,5%.

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