El rover Curiosity, desarrollado por la NASA, tiene como misión principal explorar el pasado de Marte para entender si el planeta pudo haber albergado condiciones favorables para la vida. Actualmente, se encuentra investigando el canal Gediz Vallis, una formación geológica en las laderas del Monte Sharp, que se cree fue moldeada por flujos de agua y deslizamientos de tierra hace miles de millones de años.

Sin embargo, como ha afirmado Ashwin Vasavada, científico del proyecto Curiosity en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL, por sus siglas en inglés), hay ocasiones en las que el rover encuentra cosas que “no deberían estar allí”. Esto es justo lo que ha sucedido en este caso, ya que el vehículo ha hallado cristales de azufre elemental puro en una región de Marte en la que, hasta ahora, su formación se creía imposible.

En concreto, el descubrimiento se produjo en el citado canal Gediz Vallis. El rover Curiosity fracturó accidentalmente lo que se consideraba una simple roca en un principio, pero que al abrirse dejó a la vista los característicos cristales de color dorado. Conviene recordar que los expertos llevaban meses investigando esta región rica en sulfatos, un tipo de mineral que se forma tras la evaporación del agua.

Un hallazgo extraño e inesperado

Las formaciones de sulfato previamente detectadas contenían mezclas con otros compuestos, a diferencia del azufre puro encontrado en esta ocasión. Sin embargo, el azufre elemental suele formarse bajo condiciones específicas que, hasta ahora, no se asociaban con Marte. Su presencia en el canal Gediz Vallis podría indicar procesos geológicos desconocidos o, como mínimo, no comprendidos por completo.

Esta región del Monte Sharp se considera clave para reconstruir la historia marciana, ya que cada capa de terreno refleja un período distinto en la evolución del planeta. El canal, esculpido por flujos de agua y escombros hace miles de millones de años, ha sido objeto de estudio para determinar si los cambios en el paisaje fueron provocados por grandes inundaciones, deslizamientos de tierra o una combinación de ambos factores.

Para analizar los materiales encontrados, el rover Curiosity emplea un taladro montado en su brazo robótico, el cual es capaz de extraer muestras de roca. Aunque las formaciones de azufre eran demasiado frágiles para perforarlas, el equipo científico logró estudiar una roca cercana llamada Mammoth Lakes. Además, los científicos han identificado patrones en otras rocas de la zona, como halos blanquecinos que indican la filtración de agua subterránea en el pasado.

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