La posibilidad de aumentar las tasas de impuestos a la renta a los tramos de mayores ingresos vuelve a instaurar el debate entre el Congreso y el Gobierno de Gabriel Boric. Sin embargo, desde la oposición -y voces oficialistas- ya le cerraron la puerta y no habría piso político.

Esta medida, uno de los pilares de la reforma tributaria rechazada en marzo de 2023 por la Cámara de Diputados, fue reintroducida por el Ministerio de Hacienda como parte del diseño del proyecto de reforma al impuesto a la renta, que se espera ingrese al Congreso a fines de mes.

Según ha trascendido, el diseño de Hacienda plantea elevar las tasas del impuesto global complementario en los tramos más altos como compensación por la reducción del impuesto de Primera Categoría que pagan las grandes empresas.

Según el Diario Financiero, la propuesta se enfoca en los contribuyentes con mayores rentas, dejando exentos a quienes perciben hasta $866.000 mensuales (13,5 UTA), lo que corresponde al 75% de los declarantes al Servicio de Impuestos Internos.

La propuesta contemplaría cambios significativos en las tasas marginales, a partir del quinto tramo:

  • Quinto tramo (rentas entre $4,4 millones y $5,7 millones); aumento de 23% a 26%.
  • Sexto tramo (rentas entre $5,7 millones y $7 millones): incremento de 30% a 35%.
  • Séptimo tramo (rentas entre $7 millones y $8,9 millones): alza de 35% a 40%.
  • Octavo tramo (rentas superiores a $8,9 millones): subida de 40% a 43%.

Anteriormente, el Gobierno había planteado aumentos desde ingresos de $4 millones y luego bajó el umbral a $3,2 millones, lo que fue rechazado incluso por la Democracia Cristiana (DC). En marzo de este año, Hacienda acordó con la DC fijar el alza desde $4,5 millones, afectando a 230 mil contribuyentes, según analistas.

Reacciones y dificultades políticas

La oposición sostuvo a El Mercurio que ha cerrado filas contra cualquier aumento tributario. «No soy partidario de aumentar tributos a nadie en esta situación económica», afirmó el diputado Frank Sauerbaum (RN), quien advirtió sobre los efectos negativos en el ahorro y el consumo.

Su par, Miguel Mellado (RN) también expresó su rechazo. «Nosotros no vamos a estar disponibles para un aumento de impuestos a los profesionales exitosos», acotó.

El diputado Felipe Donoso (UDI) fue más crítico y sostuvo que «busca desintegrar el sistema, esa no es la vía correcta. Si es una forma parcelada de insistir en aquella reforma, lo más probable es que no vea la luz».

Desde el Senado, Juan Antonio Coloma (UDI) recordó que proyectos de esta naturaleza suelen ser modificados sustancialmente en la instancia legislativa.

«Tampoco hay que olvidar que este tipo de proyectos son modificados sustancialmente al momento de ingresar, son cambiados o rechazados en la instancia legislativa», expresó.

Dentro del oficialismo las opiniones están divididas. «Dentro del Parlamento, donde somos minoría, veo muy difícil avanzar en cualquier materia tributaria», reconoció Jaime Naranjo (ex-PS) a El Mercurio.

En contraste, Camila Rojas (FA) defendió la propuesta: «Me parece bien que vuelva a abrirse la discusión de un impuesto al capital (…) Los que tienen más no están aportando acorde con sus ingresos».

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