El 20 de marzo pasado, en plena campaña electoral, el régimen de Nicolás Maduro acusó por terrorismo, conspiración y traición a la patria a los seis principales integrantes del equipo proselitista de la candidata opositora María Corina Machado.
Los denunciados consiguieron asilo en la embajada argentina y evitaron ir a la cárcel. Sin embargo, al cabo de casi nueve meses, Maduro consiguió convertir a esa sede diplomática en una prisión.
El sábado pasado, los refugiados denunciaron que, carentes de electricidad, se les cortó también el agua.
La situación de esos asilados en cautiverio es una demostración de cómo la dictadura chavista se ha ido radicalizando, en especial después de perder las elecciones y marchar hacia una usurpación lisa y llana del poder.
Continúa la presencia policial frente a la Embajada de Argentina en Caracas, donde se encuentran refugiados seis opositores de Vente Venezuela. Magalli Meda, una de las dirigentes que se encuentran en el lugar, denunció que se mantienen sin electricidad desde el pasado sábado.