Este martes se dio a conocer la quinta versión de la Encuesta de Violencia contra la Mujer 2024, elaborado por el Ministerio de La Mujer y la Subsecretaría de Prevención del Delito (SPD), y que se ha instalado como el principal instrumento nacional para tener información en esta materia, desde 2008.
El sondeo fue aplicado entre el 16 de noviembre de 2023 hasta el 28 de mayo de 2024, a más de 11 mil mujeres, a nivel nacional y regional. También se consideró zonas urbanas y rurales, en este último caso, el sondeo se concentró en La Araucanía, Biobío, Los Ríos y Los Lagos. El grupo objetivo incluyó a mujeres a partir de 15 años y sobre 66 años.
Los principales indicadores que mide la encuesta son: violencia general, física, sexual, psicológica y económica. Una de las novedades de esta entrega, es que por primera vez se mide la violencia gineco-obstétrica, siguiendo así las recomendaciones internacionales.
Patrones culturales
El sondeo muestra algunas disminuciones, pero también alzas, en torno a la creencia de patrones culturales esencialmente machistas.
Por ejemplo, las bajas se evidencian en que si en 2020 las mujeres respondían en un 37,4% afirmativamente a que «el hombre sea el que exclusivamente debe responder de los gastos de la familia y del hogar», en 2024, sólo un 14,5% está de acuerdo con ello.
No obstante, hay alzas preocupantes, como que «una mujer debe tener relaciones sexuales con su esposo/pareja aunque ella no quiera»; en 2020, el nivel de acuerdo llegaba al 1,9%, mientras que en 2024, subió a 4,2%.
Este año, por primera vez se incluyó la opción «está bien que la pareja se moleste si llega a la casa y la mujer no tiene la comida preparada», donde un 5,8% de las consultadas estuvo de acuerdo.
Violencia general
El sondeo da cuenta de una disminución estadísticamente significativa en las víctimas que sufrieron al menos un tipo de violencia (psicológica, física o sexual) durante el último año o en su vida.
En 2020, el 21,7% de las mujeres reportaron haber sufrido alguna agresión durante ese año, mientras que en 2024 este porcentaje cayó al 20,3%, con una disminución de 1,4 puntos porcentuales.
Asimismo, en 2020 el 41,4% de las mujeres encuestadas reportaron haber sido victimizadas al menos una vez en su vida, cifra que disminuyó a 33,4% en 2024, con una baja de 8 puntos porcentuales en cuatro años.
La reducción de la violencia general en al menos una vez en la vida es relativamente homogénea en los distintos rangos etarios. Sin embargo, al analizar por nivel socioeconómico (NSC), la mayor disminución se presenta en el NSC alto, de 12,8 puntos porcentuales (del 46,9% en 2020 al 34,1% en 2024).
Violencia psicológica, física o sexual
De acuerdo al estudio, se observan disminuciones o mantenciones en los indicadores de violencia psicológica, física o sexual en la vida o en el último año.
Las reducciones estadísticamente significativas se registran en Violencia Psicológica, en el último año, de 20,2% en 2020 al 18,5% en 2023 y en la vida, del 38,3% en 2020 al 28,6% en 2024. Eso sí, hay excepciones que se presentan en algunas regiones, como la Región Metropolitana y Tarapacá, Tarapacá que muestran aumentos en violencia física y sexual.
Se observa además un aumento en la violencia en el espacio educacional, único indicador de contextos en la que crece la victimización, en el último año del 1,2% en 2020 al 2,2% en 2024. No se observan grandes diferencias al comparar datos entre zonas rurales y urbanas en las cuatro regiones encuestadas para 2024, aunque se destaca la mayor violencia en zonas urbanas en espacios públicos, en vida (36,0% urbano vs 32,1% rural) y en el último año (8,6% urbano vs 4,9% rural).
En tanto, la mayor violencia gineco-obstétrica se da en zonas rurales. La prevalencia en la vida es del 29,0%, frente al 27,2% en zonas urbana.
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