El Real Madrid cumplió los pronósticos y ganó en Doha con facilidad la Copa Intercontinental al Pachuca mexicano, su segundo torneo de la temporada tras la Supercopa de Europa ganada al Atalanta en agosto. Esta es la cuarta Intercontinental de su historia y la novena si se suman los mundiales de clubs. El Pachuca resultó animoso pero inocente y le vino grande el partido, superado en cuando los blancos le pusieron un poco de intensidad al juego.
En un estadio Lusail con media entrada (con amplisímo apoyo al Madrid) Ancelotti recuperó a Mbappé como delantero centro y volvió al 4-3-3 acompañado en las bandas el francés por Vinícius y Rodrygo.
Cambio de sistema
El Madrid volvió al 4-3-3
El regresar a tres centrocampistas y no cuatro dejó con menos fluidez al Madrid y lo peor fue que alejó a Bellingham, el jugador más en forma, de las zonas de peligro, donde últimamente se hartaba de meter goles en una racha que recordaba al mejor Bellingham de la temporada pasada.
El guión del partido fue muy parecido a muchos de los blancos de este curso. El Madrid volvió a las andadas porque durante los primeros veinte minutos no compareció. Salió dormido como si no se tomara en serio el torneo o al rival y fue muy dominado por el Pachuca mientras a Ancelotti se le veía desesperado en la banda y pedía a gritos a los suyos que espabilasen. En esas circunstancias el Madrid sobrevivió amparado en lo de siempre, un par de buenas intervenciones de Courtois, que resultó infranqueable para el Pachuca.
Tampoco es que los mexicanos fueran un prodigio de imaginación en el juego de ataque. Rondón, su veterano delantero centro venezolano, con el pasado en el Málaga, estuvo desaparecido y su mayor peligro estuvo en el ataque por la banda del holandés Idrissi, conocido en el fútbol español porque estuvo en el Sevilla.
El primer gol
Mabppé culmina una gran acción colectiva
Un remate lejano de Luis Rodríguez y un centro chut de Idrissi fue lo más peligroso del Pachuca que poco a poco fue bajando el ritmo. El Madrid fue haciéndose con el balón pero le costó jugarlo con criterio en especial porque Camavinga, muy activo, estuvo muy fallón en la distribución y hasta el propio Bellingham estaba desacertado en pases bastante sencillos.
El dominio del Madrid se hizo ya muy claro a partir de la media hora. Pasó de pelotazos largos a la espalda de los defensas a tocar y tocar aunque su fuerte no es precisamente destripar defensas en bloque bajo.
Tras un par de amagos por parte de Vinícius y Mbappé, el Madrid marcó en su primer tiro a puerta, en el minuto 37, en una gran jugada colectiva, de largo lo más brillante hasta entonces del juego. Bellingham abrió para Vinícius, quien en un alarde de potencia se fue del marcador y en lugar de chutar él le dio un pase a Mbappé, que remató cayéndose y desequilibró el marcador.
El gol dejó muy tocado al Pachuca y el Madrid buscó el segundo gol antes del descanso pero tampoco estuvo muy fino en sus decisiones cerca del área y el cuadro mexicano pudo empezar el segundo tiempo con otro ánimo.
El segundo tiempo
Rodrygo marcó en jugada personal
Nada más empezar la segunda parte, en el 53 marcó, Rodrygo tras varios escarceos y un chutazo que cogió comba y superó a Carlos Moreno aunque se revisó la jugada en el VAR porque en la trayectoria del tiro estaba Bellingham agachado. El árbitro fue al monitor y dio validez al gol por entender que el inglés no molestaba la visión del portero.
Si el primer gol del Madrid le sentó fatal al Pachuca el segundo le supuso una inyección anímica. Mientras Ancelotti quitaba a Mbappé por Brahim y a Camavinga por Ceballos el Pachuca se fue arriba con coraje para lograr un gol que le metiese en el partido.
Rondón sacó un buen tiro al que respondió mejor Courtois y el Madrid empezó solo a vivir de las contras. Modric entró por Rodrygo para sujetar más el juego porque el Pachuca seguía acercándose con peligro. Rondón cabeceó alto otra buena ocasión pero era el Madrid el que tenía las más claras.
En el 81 tras mucha revisión en el monitor del VAR el arbitro pitó penalti de Idrissi a Lucas Vazquez. Vinícius no lo tiró demasiado bien, pero marcó.
El Madrid cumplió y no desgastó demasiado. Objetivo logrado. El domingo espera el Sevilla para cerrar el año.