En Ñuñoa, que hasta el pasado 5 de diciembre fue uno de los principales reductos del Frente Amplio, la alcaldesa saliente que perdió la reelección, Emilia Ríos, dejó la administración municipal con una deuda de 340 millones de pesos. La alarma la encendió el actual alcalde Sebastián Sichel, quien asumió hace 15 días y que en la sesión del concejo municipal de este miércoles puso sobre la mesa las cifras rojas con las que, asegura, recibió la municipalidad.
“Las cotizaciones impagas llegan a los 180 millones de pesos”, dijo el alcalde con respecto a los trabajadores de la Corporación Cultural de Ñuñoa (CCÑ).
Sichel advirtió que en la Corporación no se pagaban los servicios públicos desde mediados de año: “Las cuentas de la luz, de internet, de teléfono vienen desde julio”.
El alcalde puso en conocimiento del concejo los dineros que la exedil -que una semana después de su derrota electoral fue nombrada por el gobierno del Presidente Gabriel Boric como subsecretaria del Deporte– dejó para cubrir los saldos sin pagar.
“La situación al día de hoy es que hay 3.550 pesos, literal, en la cuenta corriente de la Corporación Cultural y por lo tanto se entenderá que con eso no se pagan los sueldos y menos las deudas. Vamos a tener que arreglar la situación financiera en que quedó esa Corporación”, aseveró.
El edil fue claro: “Con los 3.550 pesos (que hay en la cuenta), más los 50 millones (que se aprobaron en el concejo municipal con anterioridad) no alcanza para pagar, no cubre los 340 millones que hay de deudas con proveedores, varios de ellos del mundo de la cultura, que están impagas, más las de los mismos trabajadores”.
El alcalde señaló que debido a la situación financiera en la que recibió la municipalidad, van “a tener que evaluar como concejo la incorporación de nuevos recursos a la Corporación Cultural y lo mismo en Deporte, a pesar de que en el último concejo se dijo que solo faltaban 50 millones”.
Concejales Bonvallet (RN) y Vega (Republicanos) coinciden en la urgencia de solicitar auditoría para aclarar si hay más deudas “escondidas”
En la necesidad de solicitar “una auditoría urgente” coinciden los concejales Daniela Bonvallet (RN) y Carlos Vega (Republicanos), al ser consultados por El Líbero.
“Si pidieron 50 millones de pesos y hoy sabemos que la deuda es de 340, si escondieron eso, cuántas cosas más hay escondidas que se hace urgente poder aclarar”, indica Bonvallet.
“En realidad se nos engañó, se nos mintió y taparon esto hasta el último minuto porque ellos, sabiendo que no se les podía pagar las cotizaciones previsionales que están impagas, no pueden ser despedidos. O sea, ellos mismos hoy día son víctimas de su gestión, lo hicieron a propósito, por presión de la administración anterior o por temor, pero no creo que por desconocimiento”, asevera la concejal.
Bonvallet explica que reunir los 50 millones con los que supuestamente se podían cubrir los gastos de la Corporación Cultural hasta fin de año, recursos que como dijo el nuevo alcalde se aprobaron en el concejo, “significó en este caso exacto 15 millones menos en ayudas sociales, 16 millones menos en otras cosas, y así”.
Para el concejal Vega es claro es que aún no se conoce el estado financiero real de la Corporación Cultural. “Hoy estamos descubriendo todos estos compromisos económicos y es probable que aparezcan aún más, porque a alguien se le ocurrió ocultar y omitir la verdad”, advierte.
“Se ha triplicado la dotación de personal. Una corporación que gasta más del 50% de su presupuesto en sueldos se ve como una caja pagadora de favores a activistas políticos más que como una real corporación que entregue una oferta cultural”, afirma el concejal republicano, en cuyo criterio es necesario realizar auditorías en las corporaciones de Deporte, Salud y Educación.
Vega hace otra advertencia. “Esta compleja situación impide a la administración actual realizar despidos, porque los derechos a los trabajadores protegen a los trabajadores en caso de cotizaciones impagas, lo que hace que no pueda asumir la nueva administración como corresponde”, explica.
Informe de la Corporación Cultural: honorarios sin documentación de respaldo, conciliaciones bancarias incompletas e informes financieros ambiguos
De acuerdo con un informe que la Corporación Cultural hizo llegar al concejo municipal el mismo día de la sesión, al que este medio tuvo acceso, el organismo se encuentra en un gravísimo déficit financiero a pesar de haber recibido 1.330 millones de pesos en subvención anual, 251 millones de pesos en subvenciones extraordinarias y 336 millones de pesos en fondos propios.
“En la actualidad la CCÑ presenta múltiples problemas administrativos y de manejo de sus recursos que la han llevado a un déficit tanto en el ámbito de la información contable y administrativa como en el ámbito financiero, aumentando desmedidamente su gasto en personal (más del 50% de la subvención municipal) y acumulando un pasivo en la gestión 2024 de 390 millones de pesos en deudas que se expresan en retardo de pagos a proveedores, honorarios por pagar, impuestos mensuales no pagados, leyes sociales atrasadas, consumos básicos, cheques por cobrar y los gastos del mes de diciembre (salarios, proveedores, honorarios, premios, desahucios e impuestos)”, se indica en el documento.
De acuerdo con el informe, “los compromisos impagos que a la fecha mantiene la Corporación Cultural asciende a $215.496.646 y los gastos estimados al 31 de diciembre 2024 se proyectan en $175.300.000”.
Un alto nivel de honorarios sin documentación de respaldo, conciliaciones bancarias incompletas, informes financieros ambiguos y falta de documentos de justificación de gastos e ingresos son, aseguran en el documento, algunas de las causas del problema financiero que enfrenta la corporación, que funciona con dineros públicos.
Catastro de juicios que inició Ríos “para saber cuáles fueron transacciones judiciales que significaron un alto gasto de recursos públicos”
Sichel también advirtió que pondrá la lupa en los dineros que la Municipalidad de Ñuñoa tuvo que desembolsar en pago de costas procesales, acuerdos judiciales o sentencias de indemnización, en casos en los que la administración anterior decidió proceder en estrados judiciales en contra de sus propios empleados.
“Estoy haciendo un levantamiento de todos los juicios que siguió el municipio desde el año 2021 en adelante, para saber cuáles en realidad fueron despidos, cuáles fueron destituciones y cuáles fueron transacciones judiciales que significaron un alto gasto de recursos públicos por no tener razones judiciales para eso y que probablemente perjudicaron el patrimonio municipal”, indicó en la sesión del concejo del miércoles.
El alcalde fue enfático en este punto. “En muchos juicios, en muchos sumarios que se realizaron, el municipio terminó perdiéndolos y eso terminó significando pagar muchas veces las costas de esos juicios y montos asignados mayores de lo que teníamos en la municipalidad”, afirmó.
“Nosotros vamos a seguir el procedimiento correcto de pagos con indemnizaciones según lo señalado contractualmente, para no aumentar los costos municipales por juicios que son perdidos en la tramitación”, aseveró el edil.
Sichel se refirió al gasto de esos recursos luego de indicar que el exrector del Liceo Augusto D’Halmar, Jaime Andrade, le envió una carta en la que le solicitó aclarar que él no había sido destituido, sino que la Municipalidad de Ñuñoa llegó con él a “un acuerdo de término de contrato establecido ante un juez”. Esto implicó, lógicamente, desembolso de recursos públicos para evitar el pleito judicial.
En junio de este año, El Líbero informó que la administración de Ríos pagó 50 millones de pesos a Andrade para evitar ir a juicio por el despido del histórico director.
A finales de ese mismo mes, este medio advirtió que la Municipalidad de Ñuñoa nuevamente desembolsó recursos en instancias judiciales, en esa oportunidad a favor de la rectora que por decisión de la propia administración de Ríos sucedió a Andrade en el Liceo Augusto D’Halmar, Sonia Iribarren. La Corporación Municipal de Desarrollo Social acordó entonces entregarle $28 millones a la que fue directora del colegio por apenas seis meses y luego se autodespidió, a cambio de que desistiera de la demanda que interpuso por vulneración de derechos fundamentales.
Sichel lo advirtió un día después de llegar a la Alcaldía de Ñuñoa: “No hay plata”
El sábado 7 de diciembre, un día después de asumir como alcalde de Ñuñoa, en entrevista ofrecida en T13, Sichel fue enfático en cuanto a los dineros de la municipalidad.
“No hay plata porque se comió mucho de la plata en contratación de más gente. Se triplicó la gente en la Corporación de Desarrollo Social, se duplicó en la Corporación Cultural, se triplicó en Deportes y por lo tanto lo que hizo el municipio es que al menos está par y par: 100.000 de egreso y 100.000 de gasto, pero cuando ves los ingresos proyectados -voy a decir un número súper preciso-, 16.000 millones dice que se van a recaudar en deudas pendientes y recién en diciembre, estamos a 7 (dijo un día después de asumir el cargo), vamos en 1.000, es decir, no se va a llegar a esos números”, dijo.
“Las cuentas en #Ñuñoa no cuadran. Haremos una auditoría y tomaremos medidas inmediatas. Cada peso cuenta”, escribió Sichel en su cuenta en Twitter un día después.
Ya en junio de este año El Líbero advirtió que la Municipalidad de Ñuñoa había triplicado el personal en la administración central de Corporación de Salud y Educación y que los concejales acusaban “favores políticos”. Desde Transparencia era pública la información de que los funcionarios habían pasado de 32 a 100.
En materia de gastos en esa municipalidad, en agosto del año pasado este medio informó sobre la contratación a dedo por 22 millones de pesos para asesoría comunicacional de la concejala de RD en Lo Espejo, Javiera López Layana, que se tituló de periodista en 2021.
Más recientemente, en julio de este año, El Líbero dio a conocer que la entonces alcaldesa Ríos había contratado, una vez más de forma directa, a la empresa recolectora de basura que ella misma había denunciado en 2019, cuando era concejala de oposición en Ñuñoa.
Una municipalidad sin comedor para trabajadores y con los autoadhesivos para marcar distancias en pandemia aún sin quitar
En la sede de la Municipalidad de Ñuñoa, el Edificio Consistorial, no hay hasta ahora ningún espacio acondicionado como comedor. Es decir, los empleados no cuentan con un lugar adecuado para la hora de almuerzo. Ese fue otro asunto que el nuevo alcalde dio a conocer en la referida sesión y que se comprometió a resolver.
“Yo pregunté cuando llegué a mi oficina por qué estaba toda manchada de blanco la mesa, estaba increíblemente destrozada, y me dijeron que porque se come en esa mesa. Ahí nos dimos cuenta que no hay hoy día un comedor y por lo tanto vamos a abrir un espacio para un comedor de trabajadores en esta municipalidad, que hoy día no tienen”, aseveró.
Sichel dijo más: “Estamos en un proceso de limpieza, y perdón que lo diga así, del Edificio Consistorial y del edificio de servicios públicos. Como podrán ver en el hall de entrada no solamente se sacaron las mesas, se sacaron, voy a ser bien práctico, hasta los autoadhesivos que mostraban la separación de líneas de distancia en el Covid. No sé si ustedes se acuerdan del Covid, pero han pasado hartos años y seguían ahí pegados. Había una verdadera suciedad en hall de entrada. Este fin de semana se limpia, se restaura la escultura que está ahí, abandonada”.
Original de El Líbero
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