Un tribunal surcoreano aprobó la orden de arresto contra el presidente destituido Yoon Suk Yeol, por su declaración de la ley marcial el pasado 3 de diciembre, luego de que el mandatario ignorara tres citaciones para ser interrogado al respecto, anunciaron los investigadores del caso.

El anuncio supone la primera vez en la historia democrática del país asiático en que un presidente, aún en el cargo, encara la posibilidad de ser detenido.

La petición de captura fue presentada en torno a las 0.00 hora local (15:00 GMT del domingo) ante un tribunal del Distrito Oeste de Seúl, según explicaron a los medios representantes del mencionado equipo de investigación, que integra a la oficina anticorrupción, a la policía y a la unidad de investigación del Ministerio de Defensa Nacional.

El líder conservador fue depuesto por el Parlamento el 14 de diciembre y se encuentra suspendido de sus funciones a espera de que la Corte Constitucional decida si valida o no la decisión de los diputados, y tiene prohibido salir del país.

Yoon declaró ley marcial el 3 de diciembre, una acción que hundió a Corea del Sur en su peor crisis política en décadas.

La crisis se agravó la semana pasada cuando su sustituto interino, Han Duck-soo, también fue destituido por los legisladores por negarse a firmar leyes para abrir investigaciones contra Yoon.

El mandatario depuesto enfrenta cargos penales por insurrección que podrían acarrearle una sentencia de cadena perpetua o incluso la pena de muerte.

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