El empresario y ex militar estadounidense Erik Dean Prince, conocido internacionalmente por haber fundado la empresa militar privada Blackwater, actualmente denominada Academi, anunció públicamente que está dispuesto a respaldar económicamente una recompensa por la captura del fiscal general del régimen chavista, Tarek William Saab.
Prince sugirió una suma de 100 mil dólares para quien entregue al fiscal “bien amarrado en aguas internacionales”.
El empresario se expresó de manera contundente, señalando que algunos amigos estarían dispuestos a financiar esta recompensa.
“¿Será que alguien está dispuesto a cobrar los $100.000 que unos amigos están dispuestos a pagar por quien entregue a Saab bien amarrado en aguas internacionales? Es bastante dinero por recoger a esa basura inmunda”, afirmó el ex militar en una publicación en su cuenta de la red social X.
La propuesta de Prince surge luego de que el fiscal chavista habría ofrecido la misma cantidad de dinero por la captura del líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia, quien es reconocido por varios de los gobiernos democráticos del mundo como el presidente electo tras ganar las elecciones del pasado 28 de julio por un margen del “cuarenta por ciento”. Al respecto, afirmó:
“El fiscal, o sicario, de Maduro, Tarek William Saab, ofrece $100.000 por la captura del Presidente Electo Edmundo González Urrutia quien derrotó a Maduro por 40% en las elecciones del 28 de julio”, publicó Prince en X.
Las autoridades chavistas lo acusan de los delitos de conspiración, complicidad en el uso de actos violentos contra la República, usurpación de funciones, forjamiento de documentos, legitimación de capitales, desconocimiento a las instituciones del Estado, instigación a la desobediencia de las leyes y asociación para delinquir, entre otros, y apuntan por tanto que “toda persona que conozca de su paradero debería presentarlo a la orden del Ministerio Público”.
El folleto, ya difundido en redes sociales, será desplegado en aeropuertos y puestos policiales de todo el país, informaron fuentes judiciales.
La noticia se conoció a casi una semana del 10 de enero, fecha prevista para la investidura presidencial, para la cual González Urrutia aseguró que volverá a Caracas, con el objetivo de tomar posesión del máximo cargo ejecutivo.
Días atrás, sin embargo, en diálogo con Infobae, el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, había advertido sobre la situación del opositor, de concretarse su retorno al país.
“Él tiene asilo, le concedieron asilo al opositor Edmundo González, ¿usted sabe lo que es que le concedieron asilo en España? ¿Qué significa eso en términos legales? Que él tiene que permanecer en ese país. Él aceptó quedarse en ese país (…) no puede salir de España porque primero violaría ese asilo”, comenzó apuntando Saab en la entrevista antes de sumar que “él está sujeto a una investigación de carácter penal en Venezuela y lo más delicado de todo esto, cuando tú solicitas asilo, tú has salido de tu país y buscas… ¿qué buscas supuestamente? (…) que ese país te dé refugio para que tú estés allí como él ha hecho… un exilio dorado”.
Antecedentes
Anteriormente en el mes de septiembre, la Fiscalía de Venezuela dijo que iniciaría una investigación contra una página web de recolección de fondos por parte de “mercenarios” de Estados Unidos para “invadir” y “matar” en el país caribeño. Saab aseguró tener “varios nombres” de los donantes, a los que señaló como “cómplices”, entre ellos el de Erik Prince.
Pese a que el chavista dijo se trataba de una “pantomima” que lleva adelante un “nuevo grupo de mercenarios estadounidenses, con apoyo de sujetos cobardes prófugos de la Justicia que viven” en la nación norteamericana, explicó que la Fiscalía se lo estaba “tomando en serio” .
“La plataforma la llaman ‘Ya casi Venezuela’, donde estamos haciendo el estudio correspondiente a nivel legal. Están cometiendo delitos incluso dentro de Estados Unidos y en la esfera continental y mundial”, aseguró.
Asimismo, sostuvo que las personas que “están colaborando son cómplices”, así hayan donado “de uno a 20 (o) a 100 dólares”, pues están “participando en el delito de legitimación de capitales”.
“Los cómplices que dan la plata participan en el delito tanto nacional como transnacional”, agregó Saab.
La página, impulsada, entre otros, por el empresario militar estadounidense Erik Prince, buscaba reunir 10 millones de dólares para “el restablecimiento de la democracia” en Venezuela, donde el fictador Nicolás Maduro fue proclamado ilegalmente como el ganador de los comicios del 28 de julio, lo que la oposición mayoritaria considera un “fraude”, pues insiste en que su abanderado, Edmundo González Urrutia, obtuvo la “victoria” por un amplio margen.
¿Quién es Erik Prince?
Erik Dean Prince fue el hombre encargado de darle vida y forma a la empresa militar Blackwater, que se convertiría en la principal subsidiaria de los Estados Unidos en su afamada guerra total contra el terrorismo.
A pesar de ser hijo de una de las familias republicanas más adineradas del estado de Michigan, su sueño siempre fue desempeñarse en los campos de batalla. Nada pudo detener su destino, ni siquiera el hecho de tener una oportunidad como becario en la Casa Blanca en tiempos de la presidencia de George Bush padre.
En 1992, se alistó como oficial en la Armada de los Estados Unidos y, luego, se incorporó como miembro del comando SEAL. Pero, en esos tiempos de relativa paz internacional, no tuvo oportunidad de participar en ninguna guerra ni de probar sus “capacidades”.
Tres años más tarde, y luego de la muerte de su padre, Prince abandonó su lugar en las filas de las Fuerzas Especiales y, en 1997, fundaría su propio emporio bélico: Blackwater.
Primero, brindó capacitaciones militares y, tiempo después, compraría un gran centro de entrenamiento para poder llevar la empresa a otro nivel. Finalmente, fundó Blackwater Security Company, una de las subcompañías del conglomerado y, como primera misión, durante la presidencia de George Bush hijo, se aventuró a la caza de uno de los hombres más buscados del mundo: Osama Bin Laden.
Fue con George W. Bush que la empresa firmó contratos millonarios, gracias a su participación activa en las guerras de Medio Oriente que Estados Unidos inició a principios de este siglo.
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