El Barcelona superó al Athletic en la primera semifinal de la Supercopa con más facilidad de la prevista y el domingo luchará por lograr un nuevo título, algo que no saborea desde la Liga de Xavi en la 2022-23. La presión del Barça desmanteló el planteamiento de los vascos que vieron rota su racha de 15 partidos sin perder. Los de Valverde acusaron las bajas y perdieron sus señas de identidad en gran parte del partido. Los goles de Gavi y Lamine Yamal, en los primeros minutos de cada tiempo, bastaron a los azulgrana para meterse en la final. El Athletic apretó al final, pero nunca pudo meterse en el partido.
En los últimos tiempos es muy difícil separar lo deportivo de lo no deportivo en el Barça. No hay semana tranquila. Cuando los resultados acompañan, el resto se mitiga y cuando la pelotita no entra la cosa se desmadra. En estas llegó el caso Olmo, recurrente tema en lo que llevamos de 2025. Una mala gestión de meses por parte de Laporta se ha transformado en una cautelar que pocos entienden. El caso es que Flick no pudo alinearle ante el Athletic, pero optó por mantener el plan establecido. El técnico alemán sí hizo un cambio en el once para abrir debates, puso a Szczesny de titular en la portería como castigo a Iñaki Peña por llegar tarde a una sesión técnica. El resto del equipo azulgrana se puede decir que es el de gala.
Todo lo contrario que le pasó a Valverde, que tuvo que hacer varios cambios en su once por precaución y no quiso arriesgar con jugadores tocados como Galarreta, Sancet y Nico Williams. Aunque el poderío del equipo rojiblanco se basa más en el equipo que en las individualidades estas tres bajas lastraban mucho el potencial del Athletic. Y eso se notó en el arranque de partido con un Barça muy presionante que tuvo dos claras ocasiones antes de que se cumplieran tres minutos de partido. Primero Koundé -tras un gran pase de Lamine- se plantó solo ante Unai Simón pero el meta vasco resolvió bien. Y después Raphinha envió alto desde cerca. El brasileño también rozó el gol en una falta en la que intentó sorprender al meta bilbaíno. El Athletic, agazapado, esperaba una ocasión.
El dominio del Barça se plasmó en el marcador al cuarto de hora. Una internada por banda izquierda de Balde la culminó Gavi desde cerca. Juego y resultado iban de la mano y el 0-2 estuvo cerca tras un fallo de Paredes que dejó solo a Raphinha, pero Unai Simón volvió a responder de forma sensacional. Las paradas del meta internacional mantenían con vida a un Athletic que fue de menos a más y que en los últimos 20 minutos de la primera parte llegó a controlar el partido teniendo Iñaki Williams el empate en un remate desde cerca que despejó Szczesny con acierto.
La segunda mitad empezó como la primera con un Barça más enchufado y un Athletic muy disperso. Y así llegó el 0-2 tras una serie de malos pases de los rojiblancos que acaba con una asistencia de Gavi sobre Lamine Yamal, que no falló ante Unai Simón. Con el Athletic más que tocado Lewandowski estuvo cerca del 0-3. Los de Valverde tenían muchas dificultades para subir el balón, ahí las bajas de Galarreta y Sancet eran evidentes, y apenas inquietaban a Szczesny. A falta de media hora Valverde sacó a Nico Williams buscando que su equipo tuviera algo más de mordiente e intentara meterse en el partido.
Dos goles anulados
El Athletic lo intentó en los últimos minutos y tuvo varias opciones de meterse en el partido. Primero, con un remate de Iñaki Williams a centro de Yuri que se fue fuera por poco. Y después con dos goles anulados que acabaron con las esperanzas de los rojiblancos. De Marcos e Iñaki Williams marcaron, pero sus tantos fueron anulados por fuera de juego. El Barcelona se dedicó a enfriar el partido y reservar fuerzas para la final del domingo donde tendrán la oportunidad de lograr un nuevo título algo que se le ha resistido el último año y medio.