Los ojos del mundo estarán puestos hoy en Estados Unidos (EE.UU.) por una razón que traerá consecuencias globales: el regreso a la Presidencia de Donald Trump y los cambios que en política internacional implicará la llegada de esta administración a la principal potencia del mundo. La expectativa sobre lo que diga en el discurso de investidura y sobre las decisiones con las que inicie su mandato, podrían poner en aprietos a regímenes como el de Venezuela.

Esto no deja de ser relevante para Chile, tomando en cuenta que según cifras de la ONU, es el cuarto país de la región con el mayor número de migrantes venezolanos y que, según la opositora María Corina Machado, el que Nicolás Maduro extendiera su administración recientemente, podría provocar un éxodo de entre dos y cinco millones de venezolanos (ver abajo).

La llegada de Trump a la Casa Blanca ocurre diez días después de que Nicolás Maduro jurara como jefe de Estado de Venezuela, sin haber demostrado con actas los resultados electorales. A su cuestionado acto solo asistieron dos mandatarios de la región: Miguel Díaz-Canel, de Cuba; y Daniel Ortega, de Nicaragua. China y Rusia, aliados del régimen venezolano, se limitaron a enviar delegados especiales. En paralelo, fueron múltiples los presidentes, incluyendo los de Estados Unidos y Chile, quienes desconocieron el supuesto triunfo del delfín de Hugo Chávez.

Desde antes de su juramento Trump ha ido organizando sus fichas para la ofensiva contra los regímenes que considera dictatoriales. De hecho, un día antes de que Maduro volviera a tomar el poder, el estadounidense publicó un mensaje en sus redes refiriéndose a Edmundo González como «presidente electo» de Venezuela, desconociendo a Maduro.

El panorama empeora cada vez más para Maduro. El jueves pasado el Comando ConVzla informó que González había sido invitado a la toma de posesión de Trump. «Allí estaré», tuiteó el que es reconocido por EE.UU. como el Presidente de Venezuela.

Rubio, próximo secretario de Estado, propone volver a evaluar negociaciones con Maduro

El que sería el nuevo secretario de Estado de Trump, el senador republicano Marco Rubio, advirtió el miércoles de esta semana que «Venezuela no está gobernada por un gobierno, sino por una organización de narcotráfico», que ya han emigrado más de 9 millones de venezolanos, que se espera que más personas se vayan del país y que EE.UU. debe volver a evaluar los acuerdos a los que la administración estadounidense de Joe Biden llegó con el régimen de Maduro.

«Yo estaba en total desacuerdo con la administración de Biden, porque los engañaron de la forma en que sabía que los engañarían. Entraban en negociaciones con Maduro, que accedió a celebrar elecciones, pero fueron completamente falsas. Usan la migración en nuestra contra para conseguir esas concesiones y ahora tienen licencias generales, donde empresas como Chevron están aportando miles de millones de dólares a las arcas del régimen. Así que todo eso necesita ser explorado porque en Venezuela hay presencia rusa y una presencia iraní muy fuerte«, advirtió.

Rubio, uno de los hombres fuertes de Trump, hizo serias advertencias con respecto al accionar de Maduro: «Los iraníes están explorando y están empezando a construir fábricas de drones en nuestro propio hemisferio, por no mencionar la práctica del régimen venezolano de proporcionar pasaportes reales, pero ilegítimos, a agentes de Hezbollah en nuestro propio hemisferio».

De acuerdo con Rubio, «si Maduro no acepta que perdió las elecciones, pronto se encontrará aislado de sus vecinos y de gran parte del mundo«, así lo tuiteó dos días después de las elecciones.

La salida de un mayor número de venezolanos ante la actual crisis en ese país y el muy probable endurecimiento que ejercerá la administración de Trump con Venezuela, podría traer consecuencias para Chile, por cuya frontera norte ha tratado de ser frenado el paso irregular de miles de migrantes.

Enviado presidencial de EE.UU. para misiones especiales en Venezuela trabajará por la paz «a través de la fuerza»

Hace más de un mes, el sábado 14 de diciembre, Trump anunció un nombramiento que en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas, no debió haber pasado inadvertido. Se trató de la designación como enviado presidencial para misiones especiales de Richard Allen Grenell.

El entonces presidente electo de Estados Unidos fue directo al blanco. «Ric trabajará en algunos de los lugares más conflictivos del mundo, incluyendo Venezuela y Corea del Norte«, escribió en Truth Social, red que emplea el multimillonario.

«Ric seguirá luchando por la paz a través de la fuerza», escribió Trump en esa misma publicación.

Grenell fue embajador de Estados Unidos en Alemania, director interino de Inteligencia Nacional y enviado presidencial para las negociaciones entre Kosovo y Serbia. Además, trabajó ocho años en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Asesor de seguridad de Trump impulsó la «Ley de prohibición de operaciones y arrendamientos con el régimen ilegítimo de Venezuela»

Casi un mes antes de eso, el 11 de noviembre, Trump anunció oficialmente que el representante republicano de Florida Michael Waltz, ocuparía el cargo de asesor de seguridad.

Para el régimen de Maduro la noticia implicaría una nueva alarma, pues fue precisamente Waltz, junto a la demócrata Debbie Wasserman Schultz, quienes impulsaron en la Cámara de Representantes el proyecto de ley de prohibición de operaciones y arrendamientos con el régimen autoritario ilegítimo de Venezuela, la llamada Ley Bolívar, que fue aprobada el 19 de ese mes.

El texto -que cuenta con amplio apoyo bipartidista en ese país, debe ser aprobado por el Senado y finalmente promulgado por el ahora presidente Trump-, establece además esas mismas prohibiciones para «cualquier gobierno sucesor en Venezuela que no sea reconocido como legítimo por Estados Unidos», informaron en su momento medios internacionales.

María Corina Machado: «La democracia en Venezuela está absolutamente alineada a las políticas y prioridades de seguridad nacional de Estados Unidos»

La líder opositora venezolana, María Corina Machado, fue consultada sobre el apoyo que le daría la administración de Trump al eventual gobierno de Edmundo González. «El bienestar de los venezolanos y la democracia en Venezuela está absolutamente alineada a las políticas y prioridades de seguridad nacional de Estados Unidos», dijo.

«¿Quieren parar la migración? Hay que ir a la causa y la causa es Maduro, punto. Si Maduro extiende esta agonía, podemos tener dos, tres, cuatro, cinco millones de venezolanos dejando el país», agregó.

De ser Chile uno de los países de destino, el tema migratorio no sólo volvería a tensar el ambiente a nivel social, sino que también coparía la agenda política ad portas de elecciones parlamentarias y presidenciales.

En tanto, Machado vio con buenos ojos los nombramientos dentro de la administración de Trump de Rubio, Grenell y Waltz, entre otros. «Son personas que tienen un profundo conocimiento de América Latina, de Venezuela, de Cuba, de Nicaragua, que al ver todo lo que ha sido el desempeño de sus respectivas carreras y posiciones, incluso después del 28 de julio (día de las elecciones presidenciales en el país petrolero) han tenido un reconocimiento monumental al pueblo de Venezuela», sostuvo.

Maduro, un día después de la victoria Trump: «Le deseo suerte en su gobierno y que sus propuestas y ofertas electorales tengan un buen destino»

Mientras desde Washington el gobierno entrante enfila las baterías políticas y legales contra el régimen que impera en Venezuela, desde Caracas Maduro trata de hacer borrón y cuenta nueva.

Solo un día después del triunfo de Trump, el líder del régimen venezolano envió un mensaje de felicitación al mandatario estadounidense. Incluso se manifestó a disposición para tener buenas relaciones con EE.UU.

«Por mucho que hayamos tenido tensión o tirantez en las relaciones, cuando intentaron atentar contra su vida en dos oportunidades, no dudé ni un segundo en solidarizarme y desearle buena salud y larga vida. Hoy le deseo suerte en su gobierno y que sus propuestas y ofertas electorales tengan un buen destino, una buena realización. Aquí estará Nicolás Maduro Moros, presidente constitucionalmente reelecto de la República Bolivariana de Venezuela, siempre dispuesto a relaciones positivas con Estados Unidos», dijo.

«En su primer gobierno, Presidente reelecto Donald Trump, no nos fue bien. Este es un nuevo comienzo para que apostemos a ganar ganar y le vaya bien a Estados Unidos, le vaya bien a Venezuela y siempre abogamos para que le vaya bien América Latina y el Caribe», agregó Maduro.

Original de El Líbero

/psg