Este martes, Donald Trump volvió a tomar las riendas de la Casa Blanca en una ceremonia de investidura que no solo marcó su regreso a la política, sino que evidenció un inusitado acercamiento entre el poder político y los gigantes tecnológicos de Silicon Valley.

  • Cinco de los hombres más ricos del planeta —el director ejecutivo de Tesla y SpaceX, Elon Musk; el director ejecutivo de Meta Platforms, Mark Zuckerberg; el fundador de Amazon, Jeff Bezos; el director ejecutivo de Apple, Tim Cook; y el director ejecutivo de Alphabet y Google, Sundar Pichai— presenciaron el juramento de Trump y su discurso inaugural de 30 minutos en el que expuso sus planes para transformar Washington.
  • Algunos han criticado el excesivo protagonismo de los llamados “magnates de Silicon Valley” por eventuales conflictos de interés que puedan tener con la actual administración, sobre todo en materias regulatorias.
  • Todos los ejecutivos han acogido con los brazos abiertos al presidente entrante y han apoyado sus ambiciones políticas con grandes donaciones.
  • La composición del público no solo refleja la influencia de estos empresarios, sino también el rol central que las grandes tecnológicas jugarán en la política y economía de los próximos años bajo la nueva administración Trump.
  • El director ejecutivo de TikTok, Shou Chew, también estuvo presente, justo un día después de que Trump prometiera emitir una orden ejecutiva para mantener en funcionamiento la red social en Estados Unidos.

La élite tecnológica en primera fila. La presencia de estos líderes no fue accidental. Desde su primer mandato, Trump ha demostrado su interés en colaborar con los gigantes tecnológicos para impulsar políticas que favorezcan el desarrollo económico y tecnológico de Estados Unidos.

  • Ahora, su renovado enfoque parece estar orientado a garantizar que las empresas estadounidenses mantengan su liderazgo en sectores clave como la inteligencia artificial.
  • El Wall Street Journal subrayó que cada CEO tiene mucho que ganar (o perder) con las decisiones de Trump como líder del país, en todos los ámbitos, desde la política antimonopolio hasta la desregulación.
  • Elon Musk, quien ha emergido como un aliado visible de Trump en temas como la desregulación del mercado energético y la autonomía tecnológica, tuvo un papel destacado en la ceremonia.
  • El contexto global amplifica la importancia de esta colaboración entre el gobierno y las tecnológicas. La rivalidad entre Estados Unidos y China por el liderazgo en inteligencia artificial se ha intensificado.
    • La administración saliente ya había implementado estrictas restricciones a la exportación de chips avanzados hacia China, una medida que Trump parece dispuesto a expandir.

    La IA en el centro de la rivalidad entre EEUU y China. La inteligencia artificial es el campo donde la competencia es más feroz. El New York Times reportó que tanto Estados Unidos como China están destinando miles de millones de dólares al desarrollo de modelos de IA generativa, tecnologías de reconocimiento facial y aplicaciones militares de la IA .

    • Para Trump, reforzar la IA y nuevas tecnologías no solo es una cuestión económica, sino una estrategia de seguridad nacional.
    • La nueva administración planea colaborar con los gigantes tecnológicos para desarrollar capacidades avanzadas en defensa cibernética y tecnologías de vigilancia, un tema que probablemente provoque controversia entre los defensores de la privacidad y los derechos digitales.

    “Era dorada”. Al jurar como el 47° presidente de Estados Unidos, Trump señaló que “a partir de este momento, el declive de Estados Unidos ha terminado”. También declaró que comienza una nueva “era dorada”. Anunció una serie de órdenes ejecutivas que, según dijo, traerán una “revolución del sentido común”.

    • Al abordar los desafíos que enfrenta la nación, retrató al gobierno saliente como tambaleante y fracasado, criticando la inmigración ilegal y las respuestas a los desastres naturales.
    • Sin embargo, Trump y Biden compartieron varias muestras de cortesía a lo largo de un día caracterizado por una cordial transferencia del poder.
    • El presidente saliente dijo “bienvenido a casa” cuando Trump llegó a la Casa Blanca para una tradicional reunión con café y té el lunes por la mañana.
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