El lunes (20 Enero) fue de contraste. En nuestro país pasaba inadvertido el día del Roto Chileno, ese representante del pueblo que, con coraje y valentía, defendió la soberanía nacional, y cuyo espíritu recuerda que nuestra historia fue forjada por un profundo amor a la patria. En el país del norte, en un discurso elocuente y con profundo contenido, Trump convocaba a toda la nación a sentirse orgullosa y comprometida con su futuro… ¡Vaya contraste!
“Son los contrastes más abruptos los que nos enseñan las lecciones más profundas”, y este es un buen ejemplo. Vivimos en un país que pierde día a día ese espíritu de lucha, sacrificio y resiliencia, que lo convirtió en un referente, y que ahora está gobernado por imberbes e ignorantes que no ocultan su intención de desconocer la historia y refundarlo con ideas foráneas. Una lección para quienes “marchan ingenuamente” por las veredas de la oposición.
Enfrascados en una reforma difícil de entender por sus laberínticas e intricadas normas, plazos, cifras y coeficientes, los dirigentes políticos de oposición buscan transmitir que este acuerdo con el gobierno es un acto de “coraje”, en circunstancias que, para quien haya estudiado sus alcances, este “arreglín” no es más que un acto de “debilidad” que va derecho a terminar con las AFP y volver al sistema de reparto, que fortalece el papel del Estado, que incentiva al empleo informal y da un golpe mortal a las Pymes, perjudicando de paso el crecimiento del país.
Contrario a lo que pasa en nuestra realidad, el 20 de enero fuimos testigos de cómo, en el país del norte, el Presidente Trump anuncia “la revolución del Sentido Común”, el “fin del periodo de decadencia” y el “surgimiento de una época dorada” … ¡Eso sí es coraje!
Mostrando una absoluta convicción en sus ideas de libertad y progreso, que horas después sellara con la firma de las correspondientes “órdenes ejecutivas”, Trump “dio al traste” (RAE: destruir o malbaratar algo) con la cultura Woke, el izquierdismo progresista, el globalismo y las organizaciones que están en contra del progreso y la libertad.
Proclamando que “la declinación de EE.UU ha terminado” Trump anunció que se retira del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, de la Organización Mundial de la Salud (OMS); declaró que Cuba era un “Estado Protector” del terrorismo, que los Carteles de la droga eran “Organizaciones terroristas”, y que las iba a combatir “con todo”. También declaró emergencia en la frontera sur y anunció entre otras cosas que el Golfo de México pasaría a llamarse Golfo de América y que recuperará el Canal de Panamá…
Esos son algunos contrastes con nuestra realidad, que nos llaman a reflexionar si acaso estamos permitiendo que el compromiso con la libertad y el progreso se desvanezca entre la confusión política y lo “políticamente correcto”; mientras nosotros remamos contra la corriente, otros reviven sus ideales fundacionales y avanzan con determinación hacia un futuro de libertad y grandeza.
En suma, para esta optimista pluma el camino es uno: exigir a los líderes políticos de la oposición que actúen con integridad, sabiduría y valentía, cimentando un futuro donde la libertad, la justicia y el progreso sean los principios rectores. Solo así podremos asegurar que el espíritu del “Roto Chileno” no sea sólo bronce en la Plaza Yungay.
Por Cristián Labbé Galilea
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