El presidente de Rusia, Vladimir Putin, está cada vez más preocupado por las distorsiones de la economía rusa en tiempos de guerra, justo cuando Donald Trump presiona para poner fin al conflicto de Ucrania, dijeron a la agencia de noticias Reuters cinco fuentes conocedoras de la situación.
La economía del país, impulsada por las exportaciones de petróleo, gas y minerales, creció con fuerza en los últimos dos años a pesar de las múltiples rondas de sanciones occidentales impuestas tras su invasión de Ucrania en 2022.
Sin embargo, la actividad interna se ha visto afectada en los últimos meses por la escasez de mano de obra y los elevados tipos de interés introducidos para atajar la inflación, que se ha acelerado bajo un gasto militar récord
Ello ha contribuido a que un sector de la élite rusa considere deseable una solución negociada a la guerra, según dos de las fuentes familiarizadas con el pensamiento en el Kremlin
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