Una grave querella por agresiones presentaron tres mujeres en contra el jefe de gabinete de la Dirección de Presupuestos (Dipres), Yerko Montenegro, exdirigente estudiantil y militante del Frente Amplio.

La acción judicial se presentó el pasado 23 de enero y describe distintos episodios de violencia psicológica denunciados por tres mujeres que conocieron a Montenegro en su ámbito personal, reportó The Clinic.

Los hechos ya estarían siendo investigados por el Ministerio Público y el aludido presentó su renuncia al cargo ayer miércoles, mismo día en que se conoció públicamente la querella. El Ministerio de Hacienda reconoció que no sabía de la denuncia.

Una expareja relató que una noche de junio de 2024 y en el marco de una discusión, le gritó, la empujó y tiró manotazos. “Luego de gritarme un poco más, se tiró a su cama llorando fuerte (…) Me acerqué, pero tiraba patadas y manotazos sin mirar, algunos de ellos me llegaron a mí y otros a su perra”, contó.

Otra mujer relató que en la misma época vivió un episodio de gritos en el aeropuerto de Temuco por supuestamente haberlo hecho esperar: “Yo le digo que deje de gritarme, pero me sigue gritando, y le vuelvo a pedir que por favor baje la voz, que me está asustando. Él me dice: ‘¡si no te gusta, te vas!’”. Dijo haber quedado en shock.

Detalló que le sacaba en cara la importancia de su trabajo y que para hablar con personas como algunos ministros, “tenía que ser un cabrón”. “Esa fue la palabra que usó muchas veces, entonces que él había aprendido a ser cabrón en el último tiempo. Le dije que yo era su compañera y que conmigo no tenía que ser ese cabrón”, recordó.

“Me golpeó con manotazos” y él “se golpeaba la cabeza”

La tercera denunciante contó que también en 2024 comenzó una relación con Montenegro y al poco tiempo partieron las agresiones. Una de ellas fue una amenaza de tipo laboral motivada por un arranque de celos.

“Comenzó a gritarme y me amenazó. Me dijo ‘tú sabes que yo conozco mucha gente de la Universidad de Chile. No me cuesta nada sacarte de ahí’. Estaba descontrolado. Aguanté sus gritos y amenazas”, relató.

En otro momento la amenazó con dejarla tirada en una autopista: “Acercó el auto a un borde de la autopista y comenzó a gritar diciendo que me bajara del auto. Pedí por favor que se calmara y no me dejara ahí”.

Luego y desistiendo de dejarla, ella le pedió acomodar mejor el auto, pero él “comenzó a golpearse la cabeza con el manubrio del auto. Intenté detenerlo poniendo mi mano entre su cabeza y el manubrio. Me golpeó con manotazos mientras trataba de alejarme”, detalló.

“Su cara se transformó. Gritaba y pedía a gritos que me fuera. No lo hice. Tuve miedo, pero sentía que no quería dejarlo solo en esa crisis”, agregó.

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