El hígado es un órgano increíblemente resistente, capaz de regenerarse y de eliminar toxinas para mantenernos saludables. Sin embargo, ciertos hábitos diarios pueden dañarlo silenciosamente, afectando su funcionamiento y aumentando el riesgo de enfermedades graves. Para protegerlo, es importante identificar y evitar estos factores de riesgo:

1. Consumo excesivo de alcohol

El hígado se encarga de procesar el alcohol que consumimos, pero cuando las cantidades son demasiado altas, este proceso genera un exceso de grasa en el órgano. Con el tiempo, esto puede derivar en hígado graso alcohólico, cirrosis o incluso insuficiencia hepática. Si bien un consumo moderado no supone un problema, el abuso prolongado sí puede tener consecuencias graves.

2. Alimentación poco saludable y en exceso

Lo que comemos influye directamente en la salud del hígado. Una dieta alta en grasas, azúcares y ultraprocesados puede provocar hígado graso no alcohólico, una afección que ha crecido de forma alarmante en los últimos años. Según datos de los National Institutes of Health, en 1990 había 391 millones de casos en el mundo, y para 2017 esa cifra se duplicó. Para evitarlo, es fundamental llevar una alimentación equilibrada y controlar las porciones.

3. Falta de exposición al sol

Aunque no lo parezca, pasar demasiado tiempo en espacios cerrados también puede afectar la salud hepática. La carencia de vitamina D, que el cuerpo produce principalmente a través de la exposición al sol, se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades hepáticas. Aún no está claro si esta deficiencia es una causa directa o simplemente un factor asociado, pero asegurarse de recibir suficiente vitamina D puede marcar la diferencia.

4. Relaciones sexuales sin protección

Las enfermedades de transmisión sexual pueden tener graves consecuencias para el hígado. La hepatitis B, por ejemplo, es una infección viral que puede derivar en daño hepático crónico, insuficiencia hepática e incluso cáncer. De hecho, esta enfermedad es una de las principales causas de cáncer hepático a nivel mundial. Utilizar protección y mantener controles médicos regulares es clave para prevenir este tipo de riesgos.

Cuidar el hígado no es complicado, pero requiere tomar decisiones conscientes. Adoptar un estilo de vida saludable, moderar el consumo de alcohol, mejorar la alimentación y protegerse contra enfermedades son pasos esenciales para garantizar su buen funcionamiento a lo largo del tiempo.

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