Hace 35 años se tomó la considerada como «la mejor fotografía de un OVNI» de la historia. La imagen, tomada en una tarde de agosto de 1990 en lo páramos cercanos a Calvine, una pequeña aldea de Perth and Kinross (Escocia), la realizaron dos excursionistas locales que trabajaban como cocineros en un hotel cercano, que afirmaron haber visto un objeto gigante con forma de diamante flotando silenciosamente en el cielo crepuscular, según reseña HuffPost.
La fotografía fue descubierta después de años de investigación por parte del académico y periodista David Clarke. En ella, para aumentar el misterio, aparece también un avión de combate Harrier, que sobrevoló el objeto en lo que parecía ser una maniobra de reconocimiento militar. «En cuestión de segundos, la enigmática nave aceleró verticalmente y desapareció sin dejar rastro, dejando una sensación persistente de asombro y preguntas sin respuesta», según cuenta el medio Interesting Engineering.
Las fotos se entregaron al periódico Daily Record de Escocia, quien a su vez las pasó al Ministerio de Defensa británico. Pero por razones desconocidas, la historia nunca se publicó y las fotos desaparecieron. Y así comenzó el mito moderno de la fotografía de Calvine, con las imágenes nunca vistas por el público, hasta hace tres años, cuando se hicieron públicas.
Los expertos del ministerio examinaron las imágenes y no encontraron ninguna prueba que sugiriera que las fotografías fueran parte de un engaño. Los análisis internos observaron con especial interés que, si bien se podía identificar un avión Harrier moviéndose lateralmente en el marco, el objeto con forma de diamante permanecía desconcertantemente inmóvil. Un memorando interno incluso señaló la ausencia de otros informes de actividad aérea inusual en la región en ese momento, lo que profundizó el misterio.
En un documento particularmente provocativo, una nota interna destinada al Ministerio de Defensa durante el gabinete de Margaret Thatcher hacía referencia a estas fotografías. La nota decía: «Hemos examinado las fotografías y no hemos llegado a ninguna conclusión definitiva sobre el gran objeto en forma de diamante. Estamos seguros de que el avión a reacción es un Harrier. No tenemos constancia de que ningún Harrier estuviera operando en el lugar en la fecha y hora indicadas».
Esta cruda admisión de la singularidad de la anomalía alimentó las especulaciones de que el avistamiento podría haber coincidido con pruebas encubiertas de tecnología aérea avanzada. A pesar de los análisis rigurosos y las décadas de investigación, la verdad detrás de esa noche sigue siendo un misterio.
Clarke, que ha trabajado como curador para el proyecto de archivos OVNI del Ministerio de Defensa en los Archivos Nacionales y es profesor asociado de la Universidad Sheffield Hallam, logró rastrear la foto buscando al ex oficial de prensa de la RAF Craig Lindsay. Lindsay se había quedado con una copia de la fotografía original, ya que era el enlace entre la prensa y el Ministerio de Defensa cuando se investigó la historia original. Tenía el sobre original enviado por el Daily Record, y dentro había una de las fotografías originales de Calvine. Lindsay entregó la foto a Clarke, y ahora se conserva en los archivos de la Universidad Hallam de Sheffield.
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