Fue el 23 de enero la primera vez que el Fiscal Nacional, Ángel Valencia, confirmó que al menos tres de los detenidos por el asesinato del ex militar Ronald Ojeda declaró que el crimen habría sido encargado por Diosdado Cabello, ministro del Interior de Venezuela.

Esto generó una gran repercusión a nivel internacional, aunque desde el régimen de Nicolás Maduro han intentado evadir el tema.

«A lo menos una de esas personas, que tiene identidad reservada en la investigación, manifestaría que el encargo y el pago habría venido del señor Diosdado Cabello. Ese antecedente es uno de los que tiene que esclarecerse en la investigación», señaló en esa oportunidad el Fiscal Nacional, en conversación con Tele13 Radio.

Esto aumentaría el temor del resto de los venezolanos que se encuentran viviendo en otros países, ante la posibilidad de ser perseguidos políticamente por el régimen chavista.

Es por lo anterior que el reconocido medio internacional The New York Times realizó un artículo donde titularon con «una nueva y sombría táctica» que habría empleado el régimen de Nicolás Maduro a nivel internacional.

«El descubrimiento del cadáver de Ronald Ojeda en Chile ha suscitado nuevos temores sobre hasta dónde llegará el presidente Nicolás Maduro para mantener su dominio sobre Venezuela», añadieron.

Luego, compararon el presunto modus operandi del régimen venezolano con el utilizado por el gobierno de Rusia, encabezado por Vladímir Putin.

«El asesinato (de Ronald Ojeda) en Chile sugiere que el líder venezolano también ha adoptado las tácticas de su estrecho aliado, el presidente Vladimir Putin de Rusia, de llegar a naciones extranjeras para asesinar a rivales políticos», detallan en el medio citado.

Asimismo, el NYT afirmó -citando altas fuentes de la investigación en Chile- que agentes de contraespionaje venezolanos habrían trabajado desde la embajada de Venezuela en Santiago para perpetuar el crimen.

El medio internacional destacó declaraciones del ex fiscal del Ministerio Público de Venezuela, Zair Mundaray, quien señaló que «ahorita todo el mundo tiene miedo. Nadie dice dónde están, como se refugiaron, a qué país llegaron, dónde fueron».

«A partir de lo de Ojeda, yo creo que fue un punto de inflexión de todo el mundo», complementó el ex fiscal.

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