El dirigente opositor venezolano Edmundo González Urrutia, quien permanece en el exilio desde septiembre pasado, iniciará la tercera fase de su recorrido internacional en la Conferencia de Seguridad de Múnich, que se llevará a cabo entre el 14 y el 16 de febrero, según confirmó este jueves su equipo de prensa.
En un comunicado oficial, se informó que el ex embajador presentará ante líderes internacionales su visión de cómo Venezuela representa una amenaza para la estabilidad regional, además de sostener reuniones clave, cuyos detalles aún no se han dado a conocer.
González Urrutia también convocó a los venezolanos residentes en Alemania a un encuentro en un restaurante de Múnich el domingo 16 de febrero, a las 14:30 hora local (13:30 GMT), previa inscripción.
El pasado 6 de febrero, el representante de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la principal coalición opositora, había anunciado su visita a Alemania, señalando que allí trataría sobre la situación de Venezuela y su impacto global.
En un video compartido en la red X, el líder opositor indicó que, a lo largo de sus viajes por Europa y América, ha dialogado con figuras relevantes del ámbito político internacional, incluidos presidentes, parlamentarios y jefes de Gobierno, para explicar la magnitud de la crisis venezolana y la necesidad de una transición democrática.
Sostuvo que su gira no es simplemente diplomática, sino parte de una estrategia de presión internacional para que se respete la voluntad del pueblo venezolano, en alusión a su presunta victoria en las elecciones del 28 de julio de 2023, cuyos resultados oficiales –controlados por el chavismo– proclamaron la reelección de Nicolás Maduro, sin una divulgación detallada de los votos.
La PUD ha denunciado que esos comicios estuvieron marcados por fraude y sostiene que la reciente investidura de Maduro, el pasado 10 de enero, constituye un “golpe de Estado”, postura compartida por algunos gobiernos.
Machado exige mayor presión regional
En paralelo, María Corina Machado, también referente opositora, declaró este jueves que la libertad de Venezuela es la única vía para detener la crisis migratoria. En una conferencia virtual organizada por la Fundación Fernando Henrique Cardoso de Brasil, la política venezolana responsabilizó a todos los países latinoamericanos por la falta de acción frente a la situación en su país.
Machado afirmó que el impacto de la migración venezolana, junto con la expansión del grupo criminal Tren de Aragua, afecta no solo a Estados Unidos, sino a toda la región. “No se va a desactivar el Tren de Aragua ni detener la migración ni aumentar la producción petrolera mientras no haya una transición democrática”, sostuvo.
Aunque reconoció el rol estratégico de EE.UU., insistió en que todos los países del continente comparten responsabilidad, por lo que llamó a adoptar una postura más firme para aislar al gobierno de Maduro y a buscar respaldo de otras regiones para posicionar el tema venezolano como un asunto de relevancia global.
Machado subrayó la necesidad de que Maduro enfrente consecuencias reales si insiste en mantenerse en el poder, y señaló que “el tiempo corre en su contra”, pues considera que el régimen muestra señales de vulnerabilidad que podrían facilitar una salida del poder.
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