La Gala del Festival de Viña del Mar 2025, celebrada en el exclusivo Sporting Club de la Ciudad Jardín, fue un evento que combinó glamour, momentos memorables y no pocas controversias.

LO BUENO

Elegancia y estilo en la alfombra roja

La noche comenzó con un derroche de sofisticación. Los animadores del certamen, Karen Doggenweiler y Rafael Araneda, marcaron el tono con sus atuendos de alta costura. Doggenweiler lució un vestido de Maison Schiaparelli, mientras que Araneda optó por un traje de Sergio Arias, diseñador que lo ha acompañado en ediciones anteriores del festival.

Las exconductoras de la Quinta Vergara, como Carola de Moras y Tonka Tomicic, junto a los coanimadores de este año, José Antonio Neme y Natasha Kennard, también destacaron por su estilo impecable. Sin embargo, no fueron los únicos en robar miradas. Las parejas que desfilaron por la alfombra roja aprovecharon para confirmar rumores: Yamila Reyna y Américo, así como Sammis Reyes y Emilia Dides, mostraron su romance en público. Por su parte, el meteorólogo Jaime Leyton y su esposa Viviana demostraron complicidad y elegancia.

La moda vanguardista también tuvo su espacio. Princesa Alba sorprendió con un vestido inspirado en los digüeñes, mientras que Eugenia Lemos optó por un look floral con megapétalos ornamentales. Di Mondo, con su cabello rubio, y los gemelos de Power Peralta, con trajes idénticos y peinados trenzados, completaron un desfile de estilos que reflejaron la diversidad y creatividad de los invitados.

 

Protestas sociales en la puerta del evento

Mientras el lujo reinaba dentro del Sporting Club, afuera se vivía una realidad muy diferente. A menos de tres horas del inicio de la gala, dos grupos de manifestantes se congregaron a las puertas del recinto para expresar su descontento.

El primer grupo protestó por la lenta reconstrucción de viviendas tras los megaincendios que afectaron al Gran Valparaíso en febrero de 2024, tragedia que incluso obligó a suspender la gala del año pasado. El segundo grupo llegó con carteles y coronas de flores para exigir justicia por la muerte de Felipe Ramírez, un hombre de 41 años que falleció en circunstancias controvertidas mientras era trasladado por Carabineros. Aunque inicialmente se señaló que Ramírez habría sido sorprendido robando en el Sporting Club, su familia y cercanos niegan esta versión, lo que ha generado indignación en la comunidad.

LO MALO

Una noche de contrastes

La Gala del Festival de Viña del Mar 2025 fue, en definitiva, una noche de contrastes. Mientras algunos brillaron en la alfombra roja con looks deslumbrantes y momentos románticos, otros sufrieron las consecuencias de una organización cuestionable. Además, las protestas sociales recordaron que, más allá del glamour, existen problemáticas urgentes que no pueden ser ignoradas.

Este evento, que tradicionalmente celebra la música y el entretenimiento, dejó en evidencia que incluso en medio de la fiesta, las tensiones sociales y los errores logísticos pueden robar el protagonismo. Una gala que, sin duda, será recordada tanto por su esplendor como por sus sombras.

LO FEO

Críticas y malestar tras bambalinas

A pesar del brillo en la alfombra roja, la trastienda de la gala estuvo marcada por el caos y las críticas.

Laura de la Fuente, la hija de 20 años de Angélica Castro y Cristián de la Fuente, fue empujada por un integrante del equipo de Tonka Tomicic anoche, en el backstage de la Gala de Viña. Según publicó Glamorama, producto del empujón la joven cayo al suelo, sobre sus rodillas, y quedó llorando por el dolor y el impacto del momento.

Karen Paola, cantante y exchica Mekano, no dudó en expresar su descontento. “Una falta de respeto, francamente”, declaró a ADN.cl, refiriéndose a la desorganización que vivió durante su participación. “Ha sido bien penca, la verdad. Me da mucha pena porque no tiene que ver con el ego, sino con el desorden que había allá atrás”, añadió, revelando que incluso se cayó debido a las malas condiciones tras bambalinas.

Ivette Vergara, por su parte, vivió una situación aún más crítica. La periodista se desmayó tras esperar más de dos horas con un vestido que pesaba entre 10 y 12 kilos. “Quiero ser súper honesta: en términos de producción, esta gala fue un desastre”, afirmó en conversación con el programa Con Gusto a Viña. Vergara detalló que el espacio tras bambalinas era reducido y caótico, con personas empujándose, llorando e incluso cayéndose. “Yo avisé sobre el peso del vestido, pero no me escucharon”, lamentó.

José Antonio Neme, coanimador del evento, también fue crítico con la organización. “No me voy a prestar para maquillar ninguna situación evidente”, sentenció, refiriéndose a los problemas que afectaron a varios invitados.

Mira el resumen de la Gala

 

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