El débil ritmo de crecimiento económico que ha mostrado Chile en los últimos años continúa impactando negativamente al mercado laboral. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el trimestre octubre-diciembre de 2024 se crearon apenas 82.920 nuevos empleos, la cifra más baja desde abril de 2021 y la primera vez que no se supera la barrera de los 100 mil puestos desde esa fecha.

En ese mismo período, la tasa de desempleo fue de 8,1%. Sin embargo, el promedio anual llegó al 8,5%, apenas por debajo del 8,7% registrado en 2023. Con este resultado, Chile retrocedió en el ranking de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), situándose como el quinto país con la mayor tasa de desocupación entre los 38 miembros del bloque, superado solo por España, Colombia, Grecia y Turquía. En comparación, Costa Rica logró salir del grupo de los cinco países con mayor desempleo en el mismo período.

Un avance insuficiente

De acuerdo con un informe del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), aunque Chile formó parte del grupo de diez países de la OCDE que registraron una baja en la tasa de desempleo entre 2023 y 2024, esta mejora no fue suficiente para mantener su posición relativa dentro del grupo.

En contraste, países como Costa Rica, Italia y Grecia lograron disminuciones más significativas, con reducciones de 1,4, 1,2 y 1 punto porcentual, respectivamente. Entre los países latinoamericanos del bloque, México y Costa Rica registraron menores tasas de desocupación que Chile, con 2,7% y 7,5% respectivamente, mientras que Colombia presentó una cifra más elevada: 10,2%.

Según los datos recopilados por la OCDE, el ranking de países con mayor desempleo promedio en 2024 fue liderado por España (11,4%), seguida por Colombia (10,2%), Grecia (10,1%), Turquía (8,7%) y Chile (8,5%).

En el otro extremo, los países con menores niveles de desempleo fueron Japón (2,6%), México (2,7%), República Checa y Corea del Sur (2,8%), junto con Polonia e Israel (3%).

Brecha de género y desafíos estructurales

El informe también indica que la caída del desempleo en Chile se debió principalmente a una mejora en la situación laboral de los hombres. La tasa de desocupación masculina bajó de 8,4% en 2023 a 7,8% en 2024, siendo la cuarta mayor reducción entre los países de la OCDE. Por el contrario, en el caso de las mujeres, el desempleo aumentó, reflejando una brecha persistente en el acceso al trabajo.

José Acuña, economista del OCEC-UDP, señala que estas cifras evidencian la fragilidad del mercado laboral chileno. “Aunque hubo una leve mejora, seguimos lejos del promedio prepandemia de 6,9% registrado entre 2010 y 2019. Esto está directamente relacionado con el bajo crecimiento económico, que limita la generación sostenida de empleo”, afirmó.

Acuña sugiere que para revertir esta situación se deben impulsar medidas que estimulen el crecimiento y la productividad, enfocadas especialmente en aumentar los empleos asalariados formales en el sector privado. Asimismo, plantea la necesidad de fomentar la participación laboral de mujeres y adultos mayores, con políticas que favorezcan su inserción y estabilidad en el mercado laboral.

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