El Festival de Viña del Mar 2024 no ha estado exento de sorpresas, y una de las más comentadas ocurrió este jueves cuando el público esperaba ver a Rodrigo Sepúlveda acompañando a Karen Doggenweiler en la presentación de la competencia folclórica e internacional. Sin embargo, en su lugar apareció Rafael Araneda, generando confusión y especulaciones entre los espectadores. Aunque Sepúlveda sí se encuentra en la Quinta Vergara, su ausencia en el escenario y las pifias que recibió al ser presentado como jurado han levantado preguntas sobre su rol en el festival.

El cambio de planes: ¿culpa del apagón nacional?
Según explicaron fuentes de Mega, el corte masivo de luz que afectó a gran parte de Chile el martes pasado obligó a reorganizar la planificación de los coanimadores. Originalmente, Tita Ureta debía presentarse el martes, Francisco Melo el miércoles y Rodrigo Sepúlveda el jueves. Sin embargo, el apagón llevó a reprogramar las participaciones: Ureta pasó al viernes, Melo al miércoles y Sepúlveda al sábado. Este ajuste habría sido la razón detrás de la ausencia del periodista en el escenario este jueves.

Las pifias y el rol de Sepúlveda en Viña
Aunque Sepúlveda no subió al escenario, sí fue presentado como parte del jurado del festival. Sin embargo, a diferencia de sus compañeros, fue el único en recibir pifias por parte del público, lo que ha generado comentarios sobre su recepción en la Quinta Vergara. Este hecho contrasta con las declaraciones del periodista, quien ha expresado su disposición a cumplir cualquier rol que Karen Doggenweiler le asigne. “Yo voy con ojos cerrados a lo que Karen necesite, lo que ella quiera hacer yo lo voy a hacer porque confío mucho en ella”, aseguró Sepúlveda durante la jornada.

La dinámica entre Sepúlveda y Doggenweiler
En sus declaraciones, Sepúlveda dejó claro que su participación en el festival gira en torno a Doggenweiler, a quien describió como “la reina del festival”. “Yo soy un aditivo, un personaje que va a estar un rato y a la que hay que aplaudir y ovacionar es a ella”, afirmó. Esta postura refleja no solo su admiración por la animadora, sino también su intención de adaptarse a las necesidades del evento sin buscar protagonismo. “Voy a jugar en la cancha que ella necesite que yo juegue”, agregó, destacando su flexibilidad y compromiso con el equipo.