Michelle Bachelet anunció este miércoles —tras semanas de especulaciones mediáticas— que no buscará un tercer mandato presidencial. La decisión, comunicada mediante un video, enfatiza la necesidad de «renovación en el progresismo» y su apoyo condicional a un candidato oficialista post-primarias del 29 de junio. Este movimiento cierra un ciclo de ambigüedad táctica que, a diferencia de 2013, no logró capitalizar ventajas electorales frente a la creciente figura de Evelyn Matthei.

La estrategia del silencio: Paralelos y divergencias

Bachelet replicó su clásico playbook de reserva política, similar al usado antes de su segunda candidatura. Sin embargo, hay diferencias clave:

  • 2013 vs. 2024: En su anterior carrera, lideraba encuestas con un 35% de preferencia inicial; hoy, según Cadem, Matthei mantiene una ventaja de 14 puntos desde enero.
  • Riesgo calculado: Su fundación Horizonte Ciudadano advirtió que una derrota ante Matthei dañaría su legado, ya erosionado por críticas a su segundo gobierno.

Datos que definieron la coyuntura

  • Encuestas UDD (febrero 2024): Matthei domina en todos los estratos sociales (excepto jóvenes de 18-30 años), incluso en sectores populares, tradicional bastión bacheletista.
  • Tohá en desventaja: La exministra solo alcanzó un 4% de apoyo en noviembre 2023 (Cadem), cifra que cayó a 3% tras meses de incertidumbre por la sombra de Bachelet.

Tensiones internas en el oficialismo

  • Críticas desde el PS: Figuras como José Miguel Insulza cuestionaron la falta de cohesión en torno a Bachelet.
  • PPD vs. Timing de Bachelet: El partido criticó que su agenda política pública —como el evento con alcaldes oficialistas que la aclamaban «Presidenta»— coincidiera con el intento de Tohá por consolidarse. Ejemplo clave: en agosto de 2023, mientras Tohá recibía respaldos, Bachelet lanzaba insumos programáticos para candidatos locales, reavivando su perfil.

Factores externos: ONU y Trump

Un plan B para Bachelet —aspirar a la secretaría general de la ONU— se desvaneció con el regreso de Trump a la Casa Blanca, limitando sus opciones geopolíticas y reforzando su dependencia del escenario local.

Conclusión: Un tablero reconfigurado

La salida de Bachelet despeja el camino para Tohá, pero deja al oficialismo en una posición frágil:

  • Desafío para Tohá: Debe remontar su baja popularidad y unir a una coalición fragmentada.
  • Oportunidad para Matthei: Consolida su ventaja en un escenario donde la derecha, con Kaiser como figura emergente, muestra cohesión.
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