Las devastadoras inundaciones en Bahía Blanca, Argentina, ya han dejado un saldo de 15 personas fallecidas, según confirmaron las autoridades este domingo. En tan solo ocho horas, la ciudad recibió 400 milímetros de lluvia, una cantidad equivalente a su promedio anual, lo que provocó una crisis sin precedentes.
Los vecinos, muchos de los cuales lo han perdido todo, exigen una respuesta más rápida por parte del gobierno local. «Parece un escenario de posguerra. Necesitamos que el municipio nos ayude, que retiren los escombros y nos proporcionen contenedores», reclaman los damnificados.
Mientras tanto, continúa la búsqueda de las hermanas Delfina y Pilar Hecker, desaparecidas tras ser arrastradas por la corriente, aunque hasta el momento no se han obtenido resultados positivos.
Un panorama desolador
Las calles de Bahía Blanca reflejan la magnitud del desastre: vecinos paleando barro, sacando a la calle muebles arruinados, libros empapados y electrodomésticos inutilizados. Algunos intentan regresar a sus hogares, con el agua aún a la cintura, para rescatar lo poco que haya quedado intacto. Comerciantes reparan vidrieras destrozadas por la presión del agua o acuden a abastecerse de agua potable en bidones. La ciudad entera es consciente de que la emergencia aún no ha terminado.
Vecinos paleando barro o sacando a la calle cualquier cosa inutilizada por la inundación, desde libros, muebles hinchados y desvencijados, baldosas de pisos de madera, alfombras, ropa, artefactos eléctricos; gente intentando regresar a su casa con el agua a la cintura, panorama que todavía se padece en algunos barrios, para ver si «algo se salvó»
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