El número de nacimientos de madres extranjeras en Chile continúa incrementándose, en contraste a la tendencia nacional. Si en 2017 la tasa de nacidos vivos de una mujer de origen extranjero fue de 6,9%, en 2022 llegó a 18,9%, así lo detalla el anuario de Estadísticas Vitales 2022-2023 presentado esta mañana por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
“De los 35.864 nacidos vivos de madres extranjeras en 2022, el mayor porcentaje (20,3%) fue de mujeres venezolanas, seguidas de las madres peruanas (10,6%) y haitianas (10,0%)”, resume el documento del INE.
En tanto, los porcentajes más altos de hijos de madres extranjeras se concentraron en las regiones de Tarapacá y Antofagasta. Por cada 100 nacimientos ocurridos, 48 y 41 fueron de madres extranjeras, respectivamente.
Pese a este dato, el informe advierte que la tasa de nacimientos sigue una tendencia a la baja en el país. En 2022, hubo un total de 189.303 bebés nacidos a nivel nacional, si bien esta cifra es un 6,8% mayor respecto a 2021, este aumento se considera un efecto “rebote” tras la importante reducción de las cifras durante los años de pandemia, a causa del Covid-19. En 2023, la variación interanual fue de -8%, según estadísticas provisionales, alcanzando 174.067 nacimientos.
Otros datos que contempla el informe están relacionados con los niveles de fecundidad, los que han ido descendiendo desde hace años en el país. En 2022, la tasa global de fecundidad (TGF), es decir, el número de hijos promedio que tendría una mujer durante su vida fértil (15-49 años), fue de 1,25. En 2023, dicha tasa descendió a 1,16 hijos, “la más baja de la historia del país e incluso una de las menores tasas a nivel mundial”, señala el instituto.
Otro dato relevante es el retraso en la edad en que las mujeres tienen hijos. Las estadísticas del INE muestran que la tasa específica de fecundidad (TEF) más alta en 2022 estuvo en el tramo 30 a 34 años, con una tasa de 67,2 hijos por cada mil mujeres. En tanto, en 2023, la TEF más alta se ubicó en el mismo grupo etario, pero esta vez bajó a 60,7.
Defunciones y esperanza de vida
El informe del INE muestra que el total de defunciones en 2022 fue de 136.972, lo que significa un descenso interanual de 0,5%. Mientras que, en 2023, según cifras provisionales, este número alcanzó las 121.975 muertes, un 10,9% menos que el año anterior. “Dichas bajas se produjeron tras las fuertes alzas anotadas en 2020 (aumento de 15,1% respecto a 2019) y en 2021 (incremento de 9,1% respecto al año anterior), años marcados por la presencia de la pandemia de COVID-19″, precisa el documento.
El mayor número de defunciones en 2022 fue entre el grupo de 80 a 84 años, con 18.771 muertes (13,7% del total). En segundo lugar, se ubicó el grupo 85 a 89 años, con 18.404 decesos (13,4%).
En tanto, el número de fallecidos menores de un año llegó a los 1.110 casos en 2022, con una tasa de mortalidad infantil (TMI) de 5,9 defunciones por cada mil nacidos vivos. En 2023, hubo un total de 1.147 muertes de este grupo etario, lo que se traduce en una TMI de 6,6.
El último indicador contemplado en el anuario es la esperanza de vida, la que comenzó nuevamente a subir, luego de que, por efectos de la pandemia, esta cifra disminuyera para ambos sexos a 79,14 años, marcando una disminución absoluta de 1,71 años en comparación a 2019. Así, en 2022 este indicador se situó en 79,72 y en 2023, en 81,39 años.
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