El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvo este martes una conversación telefónica de casi tres horas con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en la que acordaron un alto el fuego parcial en Ucrania, limitado a la protección de infraestructuras clave en los sectores energético y de transporte. Además, convinieron en iniciar negociaciones inmediatas en un país aún por definir en Oriente Medio, con el objetivo de alcanzar una paz permanente.
Sin embargo, Putin condicionó cualquier acuerdo final al cese total del suministro de asistencia militar y de inteligencia a Ucrania, una exigencia que podría dificultar el avance de las conversaciones.
Detalles de la llamada y las condiciones de Rusia
La comunicación entre ambos mandatarios comenzó a las 10:00 a. m. (hora de Washington) y se extendió por casi tres horas. A pesar de la expectativa sobre un posible alto el fuego generalizado, el acuerdo alcanzado solo abarca instalaciones de energía e infraestructura, dejando fuera el frente de batalla.
Desde el Kremlin se justificó esta postura con la preocupación de que un alto el fuego más amplio favorezca a Ucrania, permitiéndole reorganizar sus fuerzas y recibir más armamento extranjero. Por esta razón, Putin rechazó la propuesta estadounidense de un cese de hostilidades de 30 días, respaldada por Kiev.
En un comunicado oficial, el gobierno ruso reiteró que la condición clave para avanzar en una paz duradera es que Occidente detenga el flujo de armamento y apoyo de inteligencia a Ucrania.
Intercambio de prisioneros como gesto de distensión
En un gesto de acercamiento, el Kremlin también confirmó que este miércoles 19 de marzo, Rusia y Ucrania realizarán un intercambio de 175 prisioneros de guerra por cada lado. Este paso, aunque simbólico, podría ser una señal de disposición a futuras negociaciones.
Escenarios posibles: ¿avance diplomático o estancamiento?
El éxito de estas negociaciones dependerá de la respuesta de Estados Unidos y sus aliados a la exigencia rusa de suspender el apoyo militar a Kiev, algo que hasta ahora Washington ha descartado.
Por otro lado, la falta de un alto el fuego generalizado podría complicar la viabilidad de las conversaciones, ya que los combates continuarán en el frente mientras se intenta avanzar en una solución diplomática.
El próximo movimiento estará en manos de Ucrania y sus aliados occidentales, quienes deberán definir si aceptan las condiciones impuestas por Rusia o mantienen su estrategia de apoyo militar.
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