Aunque todos los aspirantes presidenciales y la mayoría de los partidos políticos en el país digan que quieren primarias porque la gente tiene el derecho a escoger a los candidatos, el comportamiento de los candidatos y de los partidos muestra que, por buenas y malas razones, los partidos preferirían que las primarias programadas para el 29 de junio no se realicen.

La principal razón por la que los partidos no quieren realizar primarias es que, aunque la clase política está muy interesada en el proceso electoral que se avecina, la opinión pública todavía no empieza a mostrar mucho interés en la próxima elección. Eso hace que el universo de votantes de las primarias no se parezca al universo esperado de votantes en noviembre.

En la encuesta Cadem que salió publicada el domingo 23 de marzo, uno de cada tres encuestados dice no saber todavía por quien votar. Y entre los que expresan preferencia, no hay un favoritismo claro. Evelyn Matthei, candidata de los partidos tradicionales de derecha, tiene el 20% de intención de voto, menos de lo que tenía al comenzar 2025. La lista de favoritos la completan Johannes Kaiser (11%), José Antonio Kast (10%) y Carolina Tohá (8%). Otro 59% se reparte en múltiples candidatos, incluidos Michelle Bachelet (5%), Tomás Vodanovic (4%) y Jeannette Jara (2%). Con una elección que todavía no genera mucho interés y con una intención de voto tan diluida, nadie quiere lanzar sus fuegos artificiales antes de que empiece la fiesta.

El calendario electoral requiere que los partidos inscriban candidatos para las primarias el 30 de abril. Las primarias se realizarán el 29 de junio. Los candidatos para la elección presidencial se podrán inscribir hasta el 18 de agosto. La primera vuelta de la elección presidencial será el 16 de noviembre y, en caso de ser necesaria, la segunda vuelta será el 14 de diciembre.

Dado el poco interés que existe hoy para la elección presidencial, muchos candidatos y sus partidos correctamente estiman que no tendrán suficiente tiempo para posicionar a sus candidatos. Por eso, muchos piensan que les conviene más esperar hasta agosto y ver si, para entonces, los nombres que ellos promueven habrán empezado a tomar vuelo.

En 2005, cuando no había primarias presidenciales organizadas por el Servel, Sebastián Piñera saltó al ruedo a comienzos de mayo, pero se negó a enfrentar a Joaquín Lavín en primarias, apostando a que en los meses de campaña lograría subir en las encuestas. En la primera vuelta, Piñera llegó en segundo lugar, desplazando a Lavín, consolidándose como el nuevo líder de la derecha chilena. En 2009, Piñera llegó a la presidencia. En 2021, José Antonio Kast no quiso entrar a las primarias de la derecha, apostando a que, cuando la gente le pusiera más atención a la elección, él empezaría a subir. En la primera vuelta de noviembre de 2021, Kast superó ampliamente al candidato oficial de los partidos de derecha, Sebastián Sichel. De poco le sirvió a Sichel haber ganado las primarias de julio de 2021.

Este año, dado el alto nivel de molestia de la gente con las élites, Kaiser y Kast apuestan a que ese voto de castigo contra las élites va a dañar a Matthei y beneficiará a alguno de ellos, pero cuando la votación sea obligatoria en noviembre, no con primarias con voto opcional el 29 de junio. Como la gente hoy parece querer un giro a la derecha, pero no volver al piñerismo, el candidato que mejor logre representar ese mensaje, Kaiser o Kast, le dará una dura pelea a Matthei en primera vuelta.

En la izquierda, los partidos están con la calculadora en mano. Si bien Carolina Tohá, militante del PPD, ya se lanzó al ruedo, el PC, el Frente Amplio y el PS no han nombrado candidato. El PS se guarda una gran carta bajo la manga. Aunque Bachelet dijo que no sería candidata, la ex Presidenta bien pudiera cambiar de opinión si ninguna de las opciones en la izquierda toma fuerza para fines de julio. Bachelet podría todavía ser inscrita como candidata en agosto de 2025 si el ganador de las primarias de izquierda renuncia a su candidatura. Después de las primarias de 2013, cuando Pablo Longueira renunció a su candidatura por motivos de salud, la derecha inscribió como candidata a Evelyn Matthei. Bachelet hoy dice no querer ser candidata, pero pudiera cambiar de opinión cuando queden menos meses de campaña.

Los partidos de izquierda están calculando a ver si les conviene más negociar mejores cupos en la lista parlamentaria de unidad de la izquierda a cambio de un apoyo a Tohá o si corren el riesgo de entrar a unas primarias con resultado incierto. Si la derecha no hace primarias, los votantes de derecha podrían participar en las primarias de la izquierda para distorsionar el resultado. En 2021, Boric obtuvo una alta votación en sectores tradicionalmente de derecha en las primarias en que derrotó al comunista Daniel Jadue. Este año, muchos en la izquierda querrán evitar que la derecha decida el resultado de las primarias de la izquierda.

Como el fracaso del gobierno de Boric hace pensar a los partidos de izquierda que tienen pocas chances de ganar esta elección, muchos en ese sector aparecen más preocupados de la lista parlamentaria que de la elección presidencial. Por eso mismo, preferirían negociar la lista parlamentaria que debe inscribirse en agosto sin tener amarrada la nominación de una candidatura presidencial con pocas chances de ganar.

Por distintos motivos, nadie parece querer las primarias que deben inscribirse a fines de abril. Por eso, los partidos están haciendo tiempo y demorando sus definiciones. Hoy por hoy, nadie parece estar muy interesado en que se realicen las primarias.

Por Patricio Navia, sociólogo, cientista político y académico UDP.

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