Una buena noticia para los consumidores y en específico para los automovilistas. Los precios de las bencinas anotarán su tercera caída consecutiva este jueves y, con ello, retrocederán a los niveles que había en noviembre del 2024.

Incluso el propio ministro de Hacienda, Mario Marcel, lo adelantó a mediados de la semana pasada, al señalar que vendría una baja significativa.

De hecho, de acuerdo a estimaciones del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), los valores de las bencinas deberían descender otros $27 aproximadamente a partir del 3 de abril.

Según el análisis del OCEC-UDP, “considerando la trayectoria del petróleo Brent, los futuros del combustible y el tipo de cambio, se proyecta que los precios de las gasolinas de 93 y 97, así como el precio del diésel, se reduzcan el 3 de abril unos $27″.

Uno de los factores que empuja a la baja es el hecho que el precio del petróleo Brent en marzo ha caído hasta los US$72,39, desde los US$75,44 de febrero, lo que se traduce en una reducción de un 4,04%. Y en los últimos doce meses, la cotización del barril de este crudo ha descendido un 15,24%.

Por el lado del dólar, en tanto, si bien subió la última semana, en el mes acumula una caída de 2,41%, pasando de $954 a $941.

El economista senior del OCEC-UDP, Juan Ortiz, señala que de concretarse esta baja de las bencinas, el precio de venta a público de la gasolina de 93 octanos pasará de $1.257 por litro, a un nivel del orden de $1.200. Este sería su menor valor desde noviembre de 2024. En el último mes y medio, la bencina de 93 octanos acumula una baja de $75.

¿Llegar a los $1.000?

Por ahora el escenario de que el precio a público de la gasolina pueda volver a la barrera de los $1.000 se ve poco probable, explica Ortiz. El economista sostiene que “bajo el funcionamiento normal del Mepco, en un escenario de cambios cada tres semanas y una tendencia de reducción en caídas de $25 por litro, el lograr volver a niveles de $1.000 por litro implica una caída a lo largo del tiempo de $200 por litro, por lo que para llegar a ese nivel debería haber 8 caídas consecutivas cada tres semana, es decir, en un plazo de 24 semanas, lo cual sería 6 meses”.

Para fines de abril, la proyección que hace el OCEC-UDP “es un alza marginal, explicada por la leve tendencia al alza del precio del petróleo Brent, respecto a lo observado en semanas previas y un leve repunte del dólar”.

En ese aspecto, Ortiz, enfatiza que “no estamos en presencia de una tendencia a la baja, ya que, si bien el tipo de cambio ha movido el precio a la baja, todo indica que este se mantendrá sobre los $900 por dólar los próximos meses, mientras el piso del precio del petróleo Brent se ubica cerca de los US$ 68-69 el barril”. Por lo tanto, dice Ortiz, “aún falta mucho para esperar un ajuste que permita considerar una caída persistente del precio mayorista y por ende del precio al consumidor final”.

En cuanto a una perspectiva de mediano plazo, el economista afirma que, “en la practica, el precio debería tender a los $1.200 por litro y después variaciones acotadas al alza o a la baja. Es decir, habrá una cierta estabilización”. No obstante, precisa que “todo es contingente a la propia volatilidad del tipo de cambio y el precio del petróleo Brent, pero en el escenario central hoy por hoy no hay factores que lleven a pensar en una tendencia a la baja significativa”.

Otros expertos también han indicado que el nuevo piso para la bencina de 93 octanos será de $1.200, si bien podría bajar en el margen.

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