Los reyes Felipe VI y Letizia despidieron efusivamente a su hija, la princesa Leonor de Borbón, quien zarpó desde el puerto andaluz a bordo del buque escuela de la Armada Española, Juan Sebastián Elcano. La heredera al trono inició así un viaje de seis meses, junto a otros 75 guardiamarinas, con el objetivo de completar una travesía de aproximadamente 37.000 kilómetros alrededor del mundo.
La participación de Leonor en esta expedición forma parte de su formación militar dentro de las distintas ramas de las Fuerzas Armadas españolas, siguiendo la tradición de su padre, el rey Felipe VI, y de su abuelo, el rey emérito Juan Carlos. «La princesa Leonor, igual que su padre, está cumpliendo un período en las distintas fuerzas armadas españolas», explicó Paz Milet, académica del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, en conversación con La Tercera. Según Milet, tras su paso por el Ejército de Tierra y ahora la Armada, la princesa completará su formación en la Fuerza Aérea, como es habitual para los herederos de la corona.
Tras cruzar el Atlántico, el buque atracó en Brasil y Uruguay antes de llegar a Chile, donde se desató una controversia que alcanzó repercusión internacional y derivó en acciones legales por parte de la Casa Real española.
Polémica en Chile
El 18 de marzo, el Juan Sebastián Elcano llegó de forma anticipada a Punta Arenas debido a las condiciones climáticas adversas. Según medios españoles, durante la travesía la princesa Leonor presentó mareos, vómitos y caídas, síntomas atribuidos al trastorno de adaptación al entorno marítimo prolongado. No obstante, fue atendida inmediatamente y logró participar en actividades recreativas en la ciudad.
Durante su estancia en Punta Arenas, Leonor fue vista recorriendo un centro comercial y más tarde, cerca de la medianoche, en el Pub Colonial, donde compartió una cerveza con compañeros de travesía, aunque no consumió alimentos. Estas actividades, aunque cotidianas, generaron revuelo en la prensa española, particularmente por la difusión de imágenes captadas por cámaras de seguridad del centro comercial.
«La corona española ha dicho que la publicación de estas imágenes atentan contra la normativa sobre la protección de datos que existe en Chile y España, ya que fueron captadas en un espacio privado sin el debido consentimiento de la princesa», explicó Paz Milet. Ante esta situación, la Casa Real presentó una denuncia a través de la Embajada de España en Chile, enfatizando la violación del derecho a la privacidad.
Consecuencias legales aún inciertas
Milet señala que el caso podría sentar un precedente: «Las repercusiones fundamentalmente se van a centrar en establecer un precedente, pero todavía está en desarrollo. Hay una investigación en curso, entonces no es posible decir a ciencia cierta cuáles serán las consecuencias». Por ahora, se desconoce si los medios que difundieron las imágenes o el centro comercial que permitió su filtración enfrentarán alguna sanción.
Valparaíso: cierre de la visita en Chile
Antes de continuar su viaje hacia Perú, la princesa Leonor y la tripulación del buque hicieron una última escala en Valparaíso. Allí, visitaron la Escuela Naval Arturo Prat y participaron en actividades oficiales, como la inauguración de un busto del navegante español Blas de Lezo y Olavarrieta. La princesa también recorrió las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar, donde degustó gastronomía local en el restaurante Don Emelio. Desde el establecimiento compartieron en redes sociales: “Una de esas sorpresas que la vida te da sin previo aviso, pero te dejan con el corazón llenito. […] Para Don Emelio, esto fue un verdadero hito”.