Mientras el FMI recorta proyecciones globales por la guerra comercial de EE.UU., Argentina emerge como la gran anomalía: según el World Economic Outlook (WEO) publicado este martes, el país crecería 5,5% en 2025, liderando el mundo occidental y solo superado por Guyana. La cifra desató reacciones inmediatas, como la del economista chileno José Luis Daza, viceministro de Economía trasandino, quien celebró en X: «¡Argentina liderando al mundo! […] Crecimiento impulsado por las reformas del Presidente @JMilei y el Ministro @LuisCaputoAR. Esto es solo el comienzo».

Entre el superávit y el ajuste: ¿Un milagro sostenible?

El optimismo del FMI contrasta con el contexto local: el rebote del 5,5% llegaría tras una recesión en 2024, en plena aplicación del «severó plan de ajuste fiscal» de Milei. Aunque el organismo destaca logros como el superávit fiscal, la caída de la inflación y el acuerdo por un nuevo crédito de US$20.000 millones, surgen preguntas:

  • ¿Un crecimiento posrecesión garantiza recuperación del poder adquisitivo?

  • Con un **PIB per cápita (PPA) de US31.379millonesen2025∗∗,ArgentinaseguirıˊadetraˊsdeChile(US35.146 millones) y apenas superaría a Costa Rica en 2026 (US$33.183 millones).

El mundo en rojo, Argentina en verde: ¿Hacia dónde sopla el viento?

Mientras el FMI ajusta a la baja su proyección global para 2025 (2,8%, -0,5 puntos), EE.UU. enfrenta un riesgo de recesión del 40% en 2024. En este escenario, el caso argentino parece una excepción:

  • Comparativas regionales: Brasil crecería 2,5%, la zona euro 1,2%, y EE.UU. 2,2% (WEO, 2024).

  • La apuesta de Daza: El viceministro chileno insiste en que el modelo Milei-Caputo explica el «comienzo» del éxito, aunque omite señales críticas: el PBI per cápita argentino no recupera niveles prepandemia y la salida del cepo cambiario aún enfrenta presiones inflacionarias latentes.

¿Optimismo con asterisco?

El informe del FMI opera como un termómetro de expectativas, no de realidades estructurales. Mientras Milei celebra el reconocimiento internacional, analistas advierten:

  • El crecimiento proyectado para 2025 podría reflejar un «efecto rebote» tras el desplome de 2024.

  • La dependencia del crédito del FMI (US$20.000 millones) mantiene al país en una cuerda floja entre ajuste y reactivación.

Conclusión analítica: El dato del 5,5% es un faro en medio de la tormenta global, pero su luz podría apagarse si no se resuelven tensiones clave: empleo, inversión privada y equidad social. Mientras Daza aplaude, la ciudadanía argentina espera que el «comienzo» prometido no quede en un eslogan.

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