La tasa de desocupación en Chile se ubicó en 8,7% durante el trimestre enero-marzo de 2025, según reveló esta mañana el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), a través de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE).
La cifra no experimentó variación en doce meses, manteniéndose en los mismos niveles que en igual período del año anterior. Sin embargo, se trata del mayor nivel desde septiembre de 2024.
De acuerdo con el informe, la estabilidad en la tasa de desempleo se explica porque el incremento de la fuerza de trabajo (0,9%) fue igual al alza en el número de personas ocupadas, lo que compensó el aumento de quienes se encuentran desocupados.
«El aumento de las personas desocupadas fue de 1,3%, incidido tanto por quienes se encontraban cesantes (1,2%) como por quienes buscaban trabajo por primera vez (1,4%)», precisó el INE.
En cuanto a la tasa de participación laboral, esta se situó en 62,4%, mientras que la tasa de ocupación alcanzó el 57%. Ambas cifras permanecieron sin cambios en comparación con el mismo trimestre del año anterior, lo que da cuenta de una aparente estabilización en el comportamiento del mercado del trabajo.
En paralelo, se reportó que la población fuera de la fuerza de trabajo aumentó 0,9%, influida exclusivamente por un mayor número de personas inactivas habituales, que se incrementaron en 1,4%.
Según el INE, estas últimas corresponden a personas que no buscan trabajo ni están disponibles para trabajar, ya sea por razones personales, familiares u otras.
Por sexo
En las mujeres, la tasa de desocupación se situó en 9,5%, y no presentó variación en el período, debido a que el ascenso de la fuerza de trabajo (1,2%), fue similar al registrado por las mujeres ocupadas (1,3%).
Por su parte, las desocupadas crecieron 0,5%; mientras las tasas de participación y ocupación se situaron en 52,9% y 47,9%, incrementándose 0,1 pp. en cada caso. Las mujeres fuera de la fuerza de trabajo, por su parte, se expandieron 0,6%.
En los hombres, la tasa de desocupación fue un 8,1%, creciendo 0,1 pp. en un año, a raíz del alza de 0,7% de la fuerza de trabajo, mayor a la de 0,5% registrada por los hombres ocupados.
Los desocupados, en tanto, aumentaron 2%; mientras las tasas de participación y ocupación se situaron en 72,3% y 66,4%, decreciendo 0,1 pp. y 0,2 pp., respectivamente. Los hombres fuera de la fuerza de trabajo, en tanto, se expandieron 1,6%.
Informalidad
La tasa de ocupación informal se ubicó en 25,8%, decreciendo 2,3 pp. en doce meses. En el mismo período, las personas ocupadas informales disminuyeron 7,4%, incididas tanto por los hombres (-6,9%) como por las mujeres (-8,1%).
Según sector económico, el descenso se debió, principalmente, a comercio (-13,3%) e industria manufacturera (-15,9%); mientras que, por categoría ocupacional, incidieron trabajadores por cuenta propia (-5,1%) y asalariados privados (-5,6%).
Alza de personas ocupadas
En doce meses, la estimación del total de personas ocupadas creció 0,9%, incidida tanto por las mujeres (1,3%) como por los hombres (0,5%).
Los sectores económicos que más contribuyeron al incremento de la población ocupada fueron actividades financieras y de seguros (19,5%), alojamiento y servicio de comidas (7,5%) y actividades profesionales (8,4%); mientras que, por categoría ocupacional, el alza se observó en personas asalariadas formales (3,1%) y trabajadoras por cuentas propia (0,6%).
Región Metropolitana
En la Región Metropolitana, la tasa de desocupación del trimestre enero – marzo 2025, alcanzó un 9,4%, con un descenso de 0,2 pp. en doce meses.
En el mismo período, la estimación del total de la población ocupada creció 1,1%, incidida principalmente, según sector económico, por actividades financieras y de seguros (26,7%) e industria manufacturera (8,7%).
Estacionalidad y horas de trabajo
La tasa de desocupación ajustada estacionalmente (que elimina los efectos de los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en su comportamiento coyuntural) se situó en 8,5%, y no registró variación con respecto al trimestre móvil anterior.
En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, descendió 0,5%; el promedio de horas trabajadas decreció 1,3%, llegando a 35,9 horas. Según sexo, el promedio de horas para los hombres fue 38,5, y 32,4 horas para las mujeres.
La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial alcanzó 16,9%, con una disminución de 0,1 pp. en el período. En los hombres se situó en 14,2%, y en las mujeres en 20,2%. La brecha de género fue 6 pp.
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