La guerra comercial que enfrenta a EE.UU., y China no se limita al alza de las tarifas arancelarias. Es que el país norteamericano ha desafiado a la potencia asiática en el tablero del resto del mundo, impulsando a los países a tomar posición frente a la nación liderada por Xi Jinping.

Antes de ser electo, Donald Trump había adelantado cuál sería su doctrina. Uno de sus asesores la dejó clara cuando en Perú se inauguró el megapuerto de Chancay, operado por una firma china: se le cobraría un 60% de aranceles a los productos provenientes de allí, dijo.

Es que la administración que lidera el magnate busca que las economías occidentales implementen mecanismos para disminuir los riesgos en torno a la seguridad nacional. ¿A qué apunta con esto? Al potencial que China podría desplegar sobre los países en los que invierte.

La preocupación norteamericana estaría fundamentalmente sobre aquellas inversiones en infraestructura crítica, en la que China ha avanzado en Latinoamérica en los últimos años. El megapuerto de Chancay en Perú es uno de los ejemplos. El embajador asiático en Chile no ha ocultado sus sospechas al respecto. Y ha hablado -por lo que pretendería EE.UU.- de «una nueva doctrina Monroe».

«Sorprende que un tercer estado trate de involucrarse en una relación bilateral. Si piden un screening sobre inversión extranjera y su origen, se estaría involucrando en situaciones que escapan de su jurisdicción» comentó al respecto a El Mercurio Mauricio Benítez, socio internacional de la consultora especializada en inversiones asiáticas, SW. «Sobre todo -añadió- considerando que los capitales chinos llevan ya 10 años consolidándose en nuestro país».

Ante ello, y considerando el protagonismo que ha tenido China en las últimas semanas -por ejemplo, por el atentado a la central Rucalhue, de capitales de ese país, que llevó a la potencia a pronunciarse por mayor seguridad- muchos comenzaron a preguntarse qué tan profunda es la inversión China en Chile, sobre todo en industrias estratégicas.

Es que la potencia tiene presencia en el rubro energético, minero, de infraestructura y en la agroindustria, principalmente.

La inversión de China en Chile

Una de las industrias más importantes a nivel local en la que China tiene una presencia sólida es la energía. Es que en 2020 la firma asiática State Grid adquirió casi la totalidad de la propiedad de la distribuidora CGE, la mayor por número de clientes, por aproximadamente US$3.000 millones.

Con esta adquisición, la compañía se convirtió en el principal actor del mercado eléctrico chileno, controlando más del 50% de la distribución eléctrica del país. Además, en 2019, la firma ya había adquirido Chilquinta Energía, otra importante distribuidora eléctrica chilena, por cerca de US$2.400 millones.

La ambición asiática buscaba seguir avanzando pero la institucionalidad chilena se lo negó. Es que luego China Southern Power Grid intentó tomar el control de Transelec, pero el artículo 7 de la Ley General de Servicios Eléctricos no permitió la operación, dada la prohibición de que una empresa controle conjuntamente el negocio de generación, distribución o transmisión.

Otra de las industrias en las que China tiene influencia es la minería. Y particularmente en el Litio. Es que en 2018 la firma asiática Tianqi Lithium adquirió el 24% de SQM, una de las principales productoras de litio del mundo, por aproximadamente US$4.000 millones.

El papel de Tianqi ha sido al menos polémico durante el acuerdo que Codelco ha intentado echar a andar con SQM para explotar el mineral blanco. La firma -desde el comienzo- ha argumentado que el pacto debió haber sido sometido a votación por la junta de accionistas. Y no solo aprobado por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). Sus esfuerzos siguen en esa dirección.

Inversión que aumenta

Según datos de 2024 de InvestChile, la agencia nacional encargada de promover la inversión extranjera en el país, los negocios chinos tuvieron un fuerte aumento en Chile en los últimos años. Si en 2016 el organismo contaba con cinco proyectos en su cartera -por alrededor de US$310 millones- al terminar 2023 estos llegaban a 21. Y el valor ascendía a alrededor de US$4.250 millones.

En esa oportunidad InvestChile destacó la incorporación que las Chinas habían consolidado para los procesos de concesiones y licitaciones. Hoy China es el quinto inversor en nuestros país. Antes están Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y Brasil.

Entre otras de las inversiones Chinas están el proyecto Oasis de Atacama, de energía solar y almacenamiento. Este considera un monto de US$128 millones y corresponde a la firma Grenergy, en acuerdo con ByD. Se encuentra en construcción.

También, entre aquellos proyectos emblemáticos está el laboratorio de Sinovac, para desarrollar su planta de vacunas, que no ha tenido una tramitación fácil. Y que en su minuto generó polémica porque la empresa se quejó del terreno que le había ofrecido Bienes Nacionales.

Por último -y en consideración de que existen varios otros proyectos- está la Central Rucalhue, que hizo noticia la semana pasada por el atentado que dejó más de una veintena de vehículos quemados, lo que llevó a China a pedir al Estado de Chile más seguridad.

Esta contempla una inversión total de US$350 millones. Y enfrenta una dura oposición tanto de comunidades indígenas como de grupos ambientalistas, además de los desafíos que la denominada «permisología» le ha puesto en en frente.

No hay influencia «mayoritaria china»

En las negociaciones que el Gobierno ya inició con EE.UU., para evaluar qué ocurrirá con los aranceles del 10% que el país norteamericano impuso a Chile, probablemente se abordará el asunto de la influencia China en el país, por medio de las inversiones.

«Sabemos que no hay empresa china independiente del Estado o desentendía del Estado, por eso podemos hablar de China como un todo y hemos visto que han ido aumentando su influencia dentro de Chile y eso puede tensionar hasta cierto punto las relaciones geopolíticas», dice a Emol Esteban Viani, economista y académico de la Universidad Autónoma de Chile.

Recalca, en todo caso, que hasta el año 2024 Chile no presentaba una cartera o una influencia mayoritaria en la cartera de inversiones china. «De hecho tenemos países como Perú o México que ellos tienen una mayor inversión o presencia china dentro de sus países en comparación», indica.

«Esto aquí quiere decir que de toda la inversión que los chinos hacen, México, por ejemplo, el año 2024 representaba un 15%, Perú un 11% y Chile un 8,7%. También, muy por sobre nosotros está Brasil y luego viene Argentina», indica.

Y agrega: «No es que nosotros seamos un factor clave en la cartera de inversiones china, pero sí el gigante asiático está adquiriendo y teniendo una mayor influencia en nuestra economía».

Mientras, el presidente del Grupo Chileno de Amistad Chileno-China y expresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Iván Moreira, dijo a El Mercurio que no se le puede dar la espalda a China.

«China ha sido un aliado permanente de Chile y no podemos darle la espalda por las presiones que ejerce Estados Unidos», indicó.

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