En contextos sociales o profesionales, muchas personas optan por reprimir un estornudo para evitar interrupciones o molestias. No obstante, esta acción aparentemente inofensiva puede generar efectos adversos sobre la salud.

Un informe de Healthline, respaldado por investigaciones clínicas, advierte que contener un estornudo eleva de manera significativa la presión interna del sistema respiratorio, lo que podría causar daños estructurales en distintas partes del cuerpo.

A ello se suman los análisis de Women’s Health, que subrayan la importancia del estornudo como reflejo fisiológico de defensa. Comprender la función de este acto y las consecuencias de su supresión voluntaria resulta fundamental para proteger la integridad física.

El estornudo como mecanismo de protección natural

Estornudar no es solo una reacción automática, sino un reflejo corporal esencial para la higiene de las vías respiratorias. Tal como describe Women’s Health, se trata de una espiración forzada que expulsa elementos irritantes o invasivos del interior de la nariz, tales como polvo, polen, humo, bacterias o virus.

El proceso se activa cuando las terminaciones nerviosas de la mucosa nasal detectan una irritación, enviando una señal al tronco encefálico para ejecutar la respuesta: inhalación profunda, cierre reflejo de los ojos, tensión muscular y exhalación violenta que puede alcanzar los 150 km/h.

Consecuencias clínicas de reprimir un estornudo

El informe de Healthline detalla que al impedir este proceso natural, la presión que debería liberarse hacia el exterior se redistribuye internamente, con efectos potencialmente lesivos. Según el estudio citado, contener un estornudo puede multiplicar entre 5 y 24 veces la presión habitual dentro del sistema respiratorio.

Entre las posibles consecuencias se destacan:
  • Ruptura del tímpano: el aire presurizado redirigido a través de la trompa de Eustaquio puede dañar el oído medio.
  • Infecciones del oído: la mucosidad infectada puede retroceder hacia áreas vulnerables y causar otitis.
  • Hemorragias leves: se han registrado roturas capilares en los ojos, nariz y oídos debido a la sobrepresión.
  • Colapso pulmonar o lesión diafragmática: en situaciones excepcionales, el aire retenido puede causar un colapso parcial de los pulmones o atrapamiento en el diafragma.
  • Ruptura de garganta: se documentó un caso clínico de un paciente con una fisura en la faringe tras contener un estornudo.
  • Aneurisma cerebral: en personas con predisposición, la súbita presión podría contribuir a la ruptura de un aneurisma, situación de alta letalidad.
  • Fracturas costales: particularmente en adultos mayores, el esfuerzo puede derivar en rotura de costillas.

El mismo informe de Healthline aclara que, a pesar de las creencias populares, contener un estornudo no detiene el corazón ni genera infartos. Si bien puede haber una breve alteración del ritmo cardíaco, esto no representa un riesgo de paro cardíaco. Las muertes asociadas a esta práctica son extremadamente inusuales y suelen estar ligadas a patologías previas no diagnosticadas.

Los especialistas coinciden en que estornudar libremente es la forma más saludable de responder a una irritación nasal. Para minimizar el contagio de agentes patógenos, se recomienda cubrirse con un pañuelo descartable o con el pliegue del codo, y lavarse las manos inmediatamente después. Si no hay agua y jabón disponibles, el uso de alcohol en gel es una alternativa eficaz.

Alternativas para evitar un estornudo (sin contenerlo)

En algunos casos, es posible desactivar el reflejo antes de que se complete. Algunas técnicas mencionadas por Healthline incluyen:

  • Tratar adecuadamente las alergias.
  • Evitar la exposición a irritantes en el ambiente.
  • No mirar directamente fuentes de luz intensa.
  • Estimular el paladar con la lengua durante unos segundos.
  • Soplar la nariz.
  • Aplicar aerosoles nasales.

Estas estrategias buscan neutralizar el reflejo sin recurrir a la contención forzada, evitando así riesgos para la salud.

Estornudar es parte de los mecanismos de defensa que el organismo activa para protegerse. Interferir con ese proceso natural puede parecer un gesto de cortesía o discreción, pero como revelan los estudios de Healthline y Women’s Health, también puede ser la causa de lesiones innecesarias. La recomendación médica es clara: no contengas el estornudo. Permití que el cuerpo cumpla su función, y hacelo de manera segura.

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