La última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) revela una paradoja: mientras un tercio de los chilenos evalúa positivamente su situación económica personal (el mejor registro histórico), solo el 11% aprueba la economía nacional. Este contraste, junto a divisiones generacionales y socioeconómicas, dibuja un mapa de esperanzas y frustraciones en un Chile que se siente estancado.

1. La paradoja micro-macro: «Yo estoy bien, el país no»

  • Situación personal: 33% la califica como «Buena/Muy Buena» (2 puntos más que en 2024), mientras el 17% la ve negativa.

  • Situación nacional: Solo el 11% aprueba la economía, pese a ser la quinta alza consecutiva. El 49% la considera «Mala/Muy Mala».

  • Interpretación: La mejora en indicadores individuales (ej. empleo, control de deudas) no se traduce en confianza colectiva, posiblemente por inflación persistente, desigualdad o descontento con políticas públicas.


2. Pesimismo estratificado: edad e ingresos como factores clave

  • Por ingresos:

    • Segmentos D/E: 33% cree que la economía empeorará (vs. 26% en altos ingresos). El 32% ve a Chile «en decadencia».

    • Clase media (C2/C3): 31% percibe decadencia; solo el 15% cree en progreso.

  • Por edad:

    • 45-59 años: 32% espera empeoramiento; 40% cree en estancamiento (grupo más pesimista).

    • Jóvenes (18-29): 19% ve mejora económica a 12 meses; solo 18% habla de estancamiento (mayor optimismo).


3. Juventud vs. experiencia: ¿una brecha de expectativas?

  • Jóvenes (18-29): Menos afectados por crisis pasadas (ej. estallido social, pandemia), su optimismo podría vincularse a oportunidades en tecnología, emprendimiento o flexibilidad laboral.

  • Generación 45-59 años: Cargada con responsabilidades familiares y vulnerabilidad ante despidos, refleja el impacto de un mercado laboral rígido y sistemas de pensiones deficientes.


4. Estancamiento: la palabra que define el Chile de 2024

  • 55% en segmentos D/E y 53% en clase media perciben que Chile «no avanza ni retrocede».

  • Causas probables:

    • Crecimiento económico bajo (0.5%-1.5% en últimos años).

    • Reformas estancadas (ej. pensiones, tributaria).

    • Inseguridad ciudadana (mencionada como principal problema en encuestas anteriores).


Claves analíticas: ¿desconfianza institucional o falta de resultados?

  • Desacople datos-percepción: Aunque el desempleo bajó a 7.8% (INE, julio 2024) y la inflación se controla (4.1%), la ciudadanía no internaliza estos logros, sugiriendo una crisis de comunicación gubernamental o escepticismo ante cifras oficiales.

  • El factor «estallido latente»: La memoria del 2019 alimenta temores a nuevos quiebres, especialmente en clases medias y bajas.

  • Juventud como termómetro: Su optimismo podría ser un activo para reactivar consumo e innovación, pero requiere políticas que concreten oportunidades.


Conclusión: Entre la resiliencia individual y la frustración colectiva
La encuesta CEP retrata un Chile que resiste en lo personal pero duda en lo colectivo. Mientras el gobierno de Boric celebra su aprobación récord (39%, según nota anterior), debe enfrentar un desafío mayor: traducir microéxitos en una narrativa de progreso nacional. Sin embargo, en un país donde el 55% de los más pobres solo ve estancamiento, la verdadera prueba será reducir brechas… antes de que el optimismo juvenil se agote.

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