Estados Unidos y China anunciaron este lunes un acuerdo para reducir aranceles recíprocos durante 90 días, marcando la primera desescalada tangible desde que la guerra comercial se intensificó en abril. Según el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, Washington bajará los gravámenes a productos chinos del 145% al 30%, mientras Beijing reducirá los suyos del 125% al 10%. El pacto, negociado en Ginebra, incluye un mecanismo permanente de diálogo bilateral liderado por Bessent, Jamieson Greer (representante comercial de EE.UU.) y sus homólogos chinos, con reuniones rotativas en territorio neutral, según el comunicado conjunto.
2. Impacto inmediato en mercados y diplomacia
La noticia generó un efecto balsámico en los mercados:
-
Petróleo: El barril WTI subió un 3% (USD 63,06) y el Brent un 3% (USD 65,81).
-
Divisas: El dólar ganó 1,5% frente al yen (147,62) y 1,2% contra el euro (1,1113 USD).
-
Bolsa de Hong Kong: Alza superior al 3% al cierre.
La directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, calificó el avance como “significativo para las economías vulnerables”, subrayando su relevancia global.
3. Más allá de los aranceles: fentanilo y tensiones políticas
El acuerdo abordó un tema sensible para EE.UU.: la crisis del fentanilo. Según Jamieson Greer, China reconoció por primera vez la gravedad del problema y se comprometió a controlar la exportación de precursores químicos. Este punto es clave para la Casa Blanca, que enfrenta presión interna por las 64.000 muertes anuales vinculadas a esta droga. Sin embargo, el gobierno de Trump —que en abril inició la escalada con aranceles del 145%— mantiene escepticismo: días antes, el expresidente sugirió en redes que “un 80% de arancel parece correcto”, aunque la portavoz Karoline Leavitt aclaró que no habría concesiones unilaterales.
4. Un acuerdo frágil con desafíos por delante
Aunque el Ministerio de Comercio chino celebró el “progreso sustancial”, advirtió que espera que EE.UU. “corrija la práctica errónea de aumentos unilaterales”. La tregua, aunque alivia tensiones, es temporal: su éxito dependerá de la capacidad de ambos países para transformar este diálogo técnico (como lo definió Bessent) en un pacto estructural. La OMC urge avances, pero el fantasma de una recaída persiste, especialmente en un año electoral estadounidense.
5. Riesgos y proyecciones
El acuerdo evita una recesión global inmediata, pero no resuelve disputas de fondo:
-
Tecnología: Conflictos por semiconductores y TikTok siguen latentes.
-
Subsidios: China exige que EE.UU. retire restricciones a empresas como Huawei.
-
Geopolítica: Tensiones en el Mar de China Meridional y Taiwán podrían reavivar fricciones.
Conclusión analítica:
La tregua arancelaria entre EE.UU. y China es un triunfo diplomático con fecha de caducidad. Si bien mitiga riesgos económicos a corto plazo y restaura cierta confianza en los mercados, su sostenibilidad depende de convertir esta “pausa técnica” en un marco duradero. Como señaló Okonjo-Iweala, el verdadero éxito será que esta distensión beneficie no solo a las potencias, sino a una economía global aún frágil.
- Esta noticia fue redactada utilizando los adelantos técnicos propios de este sitio web. Se acepta cualquier reproducción en otro medio, ojalá citando la fuente:www.eldiariodesantiago.cl
/psg