La riqueza de la Iglesia católica navega entre datos parciales y estructura descentralizada. Según The Economics Review, el Vaticano tiene una historia financiera marcada por «mala gestión y secretismo», con 4.249 propiedades en Italia (iglesias, terrenos agrícolas, oficinas) y 1.200 en el extranjero (Reino Unido, Francia, Suiza), según el informe 2023 de la APSA. BBC News Brasil detalla que solo el 45% de estos inmuebles generan ingresos, con ganancias netas anuales de 35 millones de euros (38.9M USD).

El Instituto para las Obras de Religión (IOR o «Banco Vaticano») gestiona 886 millones de euros (985M USD) en activos líquidos, excluyendo propiedades. Pero como advierte BBC News Brasil: «Cada diócesis maneja su presupuesto, haciendo el total incalculable».


Las cuatro patas financieras del Vaticano

La revista America desglosa los ingresos de la Santa Sede:

  1. Inversiones comerciales (65% del presupuesto 2022: 577M USD).

  2. Donaciones externas.

  3. Gobernación del Estado Vaticano.

  4. Óbolo de San Pedro (contribuciones de fieles).

Pese a esto, el presupuesto total 2023 fue de 1.340M USD, según Word on Fire – cifra que la misma fuente califica de «irrisoria» frente a gigantes como Microsoft, que invirtió 24.460M USD en marketing en 2024.


El debate: ¿Riqueza real o mito inflado?

Word on Fire publicó en septiembre 2024 un informe titulado «Desmintiendo el mito de la vasta riqueza del Vaticano», con argumentos clave:

  • 70% de sus propiedades están arrendadas a bajo costo o sin renta, generando gastos en mantenimiento e impuestos.

  • El IOR maneja 5.400M USD (vs. los 3.3 billones de JP Morgan Chase).

  • Comparación contundente: *»El Vaticano gasta en un año lo que Microsoft invierte en 18 días de I+D»*.

Paradoja analítica: Mientras críticos señalan opacidad (APSA solo reporta ganancias de 45.9M€ en 2023), la Iglesia insiste en su narrativa de modestia: «Financieramente hablando es poca cosa», concluye Word on Fire.


Claves para entender la discrepancia

  1. Descentralización vs. percepción unitaria: El patrimonio diocesano local escapa a las cifras oficiales del Vaticano.

  2. Costos ocultos: Mantenimiento de bienes históricos y obras caritativas (no cuantificadas en los informes).

  3. Metodología contable: ¿Se valúan propiedades a precio de mercado o simbólico? APSA no aclara este punto.

Último dato revelador: El Óbolo de San Pedro –donación global de fieles– recaudó 115M USD en 2023, según America. Una suma que, aunque significativa, representa solo el 8.5% del presupuesto vaticano.

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