Los diputados de la UDI Henry Leal, Felipe Donoso y Marlene Pérez exigieron al fiscal nacional, Ángel Valencia, designar a Patricio Cooper como fiscal exclusivo para el caso Procultura, con un equipo especializado y presupuesto adicional. Argumentan que la investigación —por presuntos delitos de tráfico de influencias, lavado de activos y fraude al Fisco por $6 mil millones— podría convertirse en uno de los mayores escándalos de financiamiento irregular en la historia de Chile, especialmente por el desvío de fondos públicos destinados a «personas vulnerables».
El Contexto: Acusaciones Cruzadas
La solicitud llega en medio de dos tensiones:
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Negativas de Alberto Larraín: El fundador de Procultura ha rechazado categóricamente los supuestos aportes a la campaña de Gabriel Boric.
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Ofensiva del Oficialismo: Diputados del Frente Amplio (FA), PC y PS pidieron la remoción de Cooper, acusando parcialidad. La UDI denuncia que esto busca «perjudicar y horadar» la investigación, y emplazó a Boric a exigir el retiro de dicha solicitud.
La Batalla por la Narrativa
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UDI: «Transparencia vs. Obstrucción»: Los parlamentarios insisten en que el Ministerio Público debe «proteger» la investigación de interferencias políticas.
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Oficialismo: «Sospechas de Parcialidad»: La petición de remover a Cooper refleja desconfianza en su manejo del caso, aunque la UDI lo atribuye a un intento de «espionaje político».
Análisis: El Caso Procultura como Campo de Batalla
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Estrategia de la UDI: Al exigir un fiscal exclusivo, la oposición no solo busca profundizar la investigación, sino también mantener en la agenda un caso que afecta directamente al corazón de La Moneda. El foco en los $6 mil millones —y su origen en fondos para vulnerables— apela a la sensibilidad social ante la corrupción.
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Riesgo para el Gobierno: Si Boric no logra contener a sus aliados en el intento de remover a Cooper, podría interpretarse como un movimiento para «tapar» el caso, dañando su imagen de compromiso anticorrupción.
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Cooper en el Ojo del Huracán: Su continuidad o salida definirá el ritmo de la investigación. Si se mantiene, la presión sobre el oficialismo crecerá; si es removido, la oposición capitalizará la narrativa de «impunidad».
El Fondo: ¿Juicio Político o Búsqueda de Verdad?
El caso Procultura ya trasciende lo judicial: es un pulso entre dos visiones de la justicia. Para la UDI, es una oportunidad de exponer supuestas redes de financiamiento irregular ligadas al Gobierno; para el oficialismo, una «cacería de brujas» que requiere neutralizar. La designación de un fiscal exclusivo podría ser el punto de inflexión que determine si el caso se judicializa definitivamente o se politiza hasta su paralización.
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