Las personas que pasan muchas horas al día sentadas frente a la televisión u otras pantallas podrían tener un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer, incluso si realizan actividad física con regularidad, según un nuevo estudio publicado el 13 de mayo en la revista Alzheimer’s & Dementia.
El estudio, liderado por la profesora asistente de neurología Marissa Gogniat, de la Universidad de Pittsburgh, concluye que el ejercicio diario no compensa por completo los efectos negativos de un estilo de vida sedentario.
- “Reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer no se trata solo de hacer ejercicio una vez al día. Minimizar el tiempo que se pasa sentado, incluso si se hace ejercicio a diario, reduce las probabilidades de desarrollar Alzheimer”, explicó Gogniat en un comunicado.
La investigación siguió a más de 400 adultos mayores de 50 años, cuyos niveles de movimiento fueron monitorizados durante una semana a través de dispositivos portátiles. Luego, los investigadores hicieron un seguimiento de los participantes durante un promedio de siete años.
Los resultados mostraron que un mayor tiempo sedentario se asociaba con un menor rendimiento cognitivo y una mayor atrofia cerebral, independientemente del nivel de ejercicio físico. Sorprendentemente, este patrón se observó incluso entre personas que cumplían con las recomendaciones oficiales de actividad física del gobierno estadounidense.
Los investigadores también detectaron que el impacto del sedentarismo era más pronunciado en individuos con predisposición genética a la enfermedad, especialmente aquellos que portaban el alelo APOE-e4.
Angela Jefferson, directora fundadora del Centro de Memoria y Alzheimer de Vanderbilt, y coautora del estudio, subrayó:
- “Nuestro estudio mostró que reducir el tiempo que se pasa sentado podría ser una estrategia prometedora para prevenir la neurodegeneración y el deterioro cognitivo. Es fundamental para nuestra salud cerebral tomar descansos del sedentarismo a lo largo del día y movernos para aumentar nuestro tiempo activo”.
El equipo investigador plantea que futuros estudios deberían investigar los mecanismos biológicos detrás del vínculo entre la conducta sedentaria y el deterioro cerebral.
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