Hace más de seis décadas, la búsqueda de vida inteligente fuera de la Tierra comenzó oficialmente con el Proyecto Ozma. Desde entonces, el programa SETI (Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre) ha escaneado el cielo en múltiples frecuencias, sin resultados concluyentes. Sin embargo, una nueva observación realizada por el científico de la NASA Richard H. Stanton vuelve a poner el tema sobre la mesa.

En un artículo publicado recientemente en la revista Acta Astronáutica, Stanton reporta la detección de dos pulsos de luz rápidos e idénticos provenientes de HD 89389, una estrella similar al Sol ubicada a unos 100 años luz de la Tierra, en la constelación de la Osa Mayor. Esta señal se registró el 14 de mayo de 2023 desde el Observatorio Shay Meadow en Big Bear, California, utilizando un fotómetro multicanal desarrollado por el propio Stanton.

El investigador, veterano del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA, ha dedicado sus años de retiro a observar más de 1300 estrellas similares al Sol en busca de señales ópticas que pudieran indicar actividad tecnológica, conocidas como tecnofirmas. A diferencia del SETI tradicional, que se basa en radiofrecuencias, Stanton busca pulsos luminosos que podrían ser generados por transmisiones láser de civilizaciones avanzadas.

Según el artículo, la señal observada presenta características altamente inusuales:

  • La estrella se vuelve más brillante, luego más débil, vuelve a brillar y finalmente regresa a su estado normal en apenas 0,2 segundos. Este comportamiento no puede atribuirse a ruido aleatorio ni a fenómenos atmosféricos.

  • En los tres eventos observados, los pulsos fueron esencialmente idénticos, con intervalos de 1,2 a 4,4 segundos entre ellos. Ningún otro pulso similar fue detectado en más de 1500 horas de observación.

  • La estructura interna de la luz entre los picos del primer pulso se repite con precisión en el segundo, un fenómeno sin explicación conocida.

  • No se detectó ningún objeto en movimiento cerca de la estrella, lo que descarta interferencias causadas por satélites, aviones o meteoritos.

Stanton también menciona que pulsos similares fueron detectados hace cuatro años en otra estrella, lo que podría sugerir un patrón repetible o incluso una posible fuente común. “No sé si alguien más está haciendo esto con una dedicación de tiempo significativa”, dijo Stanton a Universe Today, y añadió: “No tengo conocimiento de ningún descubrimiento de pulsos similares”.

Aunque no se puede afirmar que estas señales sean de origen extraterrestre, tampoco pueden ser explicadas por fenómenos naturales conocidos, lo que convierte este hallazgo en uno de los más intrigantes del campo SETI en años recientes.

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