El primer ministro de Canadá, Mark Carney, anunció que su gobierno mantiene conversaciones con Estados Unidos sobre la posibilidad de integrarse al sistema antimisiles “Cúpula de Oro”, un programa de defensa que implicaría por primera vez el despliegue de armas estadounidenses en el espacio exterior.
“¿Es una buena idea para Canadá? Sí, es bueno tener protecciones listas para los canadienses”, afirmó Carney durante una declaración pública, confirmando que ha dialogado directamente con el expresidente Donald Trump y altos funcionarios estadounidenses sobre el tema.
Por su parte, Trump señaló que Canadá expresó formalmente su interés en unirse al sistema y que trabajará con Ottawa para definir una contribución “justa y correspondiente” al esfuerzo conjunto.
Carney aclaró que, si bien se están explorando opciones, la decisión final debe analizarse desde una perspectiva estratégica y militar. “Estas son decisiones militares que se han tomado en ese contexto, y las evaluaremos debidamente”, explicó.
Amenazas emergentes y dilema estratégico
El jefe de gobierno canadiense advirtió que el país enfrenta posibles amenazas de misiles “en un futuro no muy lejano” provenientes del espacio, lo que justificaría considerar medidas preventivas conjuntas con Washington. “¿Canadá va a hacerlo por su propia cuenta o con EE.UU.? Porque con una Cúpula de Oro habrá conversaciones que podrían tener un impacto en Canadá, pero Canadá no formaría parte de ellas”, alertó.
Canadá y Estados Unidos son aliados estratégicos en el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD), una alianza bilateral que protege el espacio aéreo del continente. La eventual participación canadiense en la “Cúpula de Oro” marcaría un nuevo nivel de cooperación militar en el espacio, en un contexto global de creciente tensión geopolítica y desarrollo de capacidades armamentísticas orbitales por parte de potencias como China y Rusia.
El anuncio ha generado ya reacciones dentro y fuera del Parlamento canadiense, especialmente en sectores que advierten sobre los riesgos de militarizar el espacio y comprometer la tradicional política exterior de defensa moderada de Canadá.
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