La indemnización por año de servicio, consagrada en el artículo 163 del Código del Trabajo chileno, vuelve al centro del debate técnico y legislativo. Mientras empleadores la critican como un sistema «rígido» que encarece los despidos y desincentiva la contratación formal, sindicatos y expertos laborales advierten que su diseño actual —con un tope de 330 días de remuneración (11 años de servicio)— deja a trabajadores vulnerables, especialmente tras décadas de carrera.

2. Así funciona: el cálculo que divide aguas

  • Base legal: Creada en 1981 bajo reformas laborales de la dictadura, la indemnización equivale a 30 días de sueldo por cada año trabajado, pero con un límite máximo de 11 años (330 días).

  • Ejemplo práctico: Un trabajador con 15 años de antigüedad y un sueldo de $500.000 recibiría solo 330 días de indemnización ($16.500.000), en lugar de los 450 días que corresponderían sin tope ($22.500.000).

3. Críticas desde dos trincheras

  • Empleadores: Argumentan que el tope actual sigue siendo «elevado» para pymes y desalienta contrataciones a largo plazo. «Es un costo que limita la rotación necesaria en mercados dinámicos», señaló la Sofofa en un informe de 2022.

  • Trabajadores: Denuncian que el límite de 11 años penaliza la antigüedad. «Un empleado con 30 años de servicio recibe lo mismo que uno con 11: es injusto y desprotege a quienes más han aportado», sostuvo la CUT en un debate parlamentario reciente.

4. El origen del tope: una herencia de 1981
La fijación del tope en 330 días no fue casual: se implementó bajo un modelo económico que priorizó la flexibilización laboral durante el régimen militar. Cuatro décadas después, persiste sin cambios pese a reformas como la de 2002 (Ley 19.759), que ajustó otros aspectos del Código, pero mantuvo intacto este polémico artículo.

5. Propuestas en pugna: ¿eliminar el tope o reducir la indemnización?

  • Sindicatos y centroizquierda: Abogan por eliminar el tope de 11 años, apuntando a modelos como el español, donde la indemnización por despido injustificado es de 33 días por año sin límite de años.

  • Sector empresarial y derecha: Sugieren reducir el cálculo a 20-25 días por año, al estilo de reformas en Perú o Colombia, para «armonizar» derechos laborales con competitividad.

Análisis final: Un dilema no resuelto
La indemnización por año de servicio refleja una tensión permanente en Chile: cómo equilibrar protección laboral con adaptabilidad económica. Mientras el tope de 330 días parece anclado en una realidad de los 80 —cuando la informalidad superaba el 40%—, su reforma exige consensos políticamente complejos. Con un mercado laboral aún recuperándose de la pandemia y una tasa de desempleo que ronda el 8%, el debate no es solo técnico, sino también ético: ¿Cómo valorar la trayectoria de un trabajador sin ahogar a las empresas? La respuesta, por ahora, sigue en el limbo legislativo.

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