Elon Musk anunció este miércoles su renuncia como asesor del presidente Donald Trump y su retiro del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), organismo que encabezó con el objetivo de reducir el gasto público y reformar la burocracia federal.
El multimillonario empresario compartió la noticia a través de X, su red social: “A medida que mi tiempo programado como Empleado Especial del Gobierno llega a su fin, me gustaría agradecer al presidente @realDonaldTrump por la oportunidad de reducir el gasto superfluo. La misión del @DOGE solo se fortalecerá con el tiempo a medida que se convierta en una forma de vida en todo el gobierno”.
El DOGE fue una iniciativa impulsada por Musk durante el segundo mandato de Trump con la ambiciosa meta inicial de eliminar dos billones de dólares del gasto federal. Sin embargo, tras meses de resistencia interna, recortes judiciales y presiones legislativas, la cifra se redujo a 150 mil millones.
“La situación de la burocracia federal es mucho peor de lo que pensaba”, declaró Musk al Washington Post. “Sabía que había problemas, pero realmente es una batalla cuesta arriba tratar de mejorar las cosas en Washington, por decir lo menos”.
Su renuncia ocurre un día después de expresar críticas directas a la pieza central de la agenda legislativa de Trump, conocida como su “gran proyecto de ley hermosa”. En una entrevista con CBS, Musk calificó la legislación —que combina recortes de impuestos con mayores restricciones migratorias— como “un proyecto de ley de gasto masivo” que “aumenta el déficit federal y socava el trabajo del DOGE”.
“Creo que un proyecto de ley puede ser grande o puede ser hermoso”, ironizó Musk. “Pero no sé si podría ser ambas cosas”.
Desde el Congreso, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, agradeció públicamente al empresario: “La Cámara está ansiosa y lista para actuar sobre los hallazgos del DOGE”.
Durante su paso por el gobierno, Musk mantuvo un perfil político activo. Financió con al menos 250 millones de dólares la campaña de Trump, lució gorras de campaña en eventos oficiales y organizó actos partidarios. En febrero pasado, declaró: “Cuanto más conozco al presidente Trump, más me cae bien. Francamente, lo amo”. El mandatario respondió describiéndolo como “un gran estadounidense”.
Cuando Tesla enfrentó una caída en ventas, Trump permitió una exhibición de vehículos eléctricos en la entrada de la Casa Blanca, en un gesto de respaldo público a Musk.
No obstante, en sus declaraciones más recientes, el fundador de SpaceX y Tesla pareció tomar distancia del escenario político: “Creo que ya hice suficiente” en materia de política, afirmó.
Su salida deja preguntas abiertas sobre el futuro del DOGE y su viabilidad sin su principal impulsor.
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