Un memorando de inteligencia del FBI dado a conocer recientemente sugiere que algunos funcionarios de la dictadura de Nicolás Maduro podrían estar vinculados con las operaciones del grupo criminal Tren de Aragua en Estados Unidos. Esta revelación se produce en medio de una creciente disputa entre agencias de inteligencia y un debate legal sobre el uso de una antigua ley de tiempos de guerra por parte del expresidente Donald Trump.

Maduro, el Tren de Aragua y la migración como “arma”

El documento fue presentado ante un juez federal en Texas en el contexto de varias demandas que cuestionan la legalidad del uso de la “Alien Enemies Act”, una ley de 1798 que permite la detención y deportación de ciudadanos extranjeros en tiempos de guerra. Trump la ha utilizado para justificar la deportación de presuntos miembros del Tren de Aragua hacia prisiones en El Salvador, sin juicio previo.

Según el FBI, la dictadura venezolana estaría facilitando la migración de miembros del Tren de Aragua hacia Estados Unidos con el objetivo de desestabilizar la seguridad interna del país. El informe indica que el chavismo emplea a integrantes del grupo como proxis criminales, aunque no presenta pruebas concluyentes que demuestren vínculos directos entre altos funcionarios del régimen y las operaciones criminales dentro del territorio estadounidense.

Desacuerdo entre agencias de inteligencia

No obstante, otras agencias clave de inteligencia, como la CIA, la NSA y el Consejo Nacional de Inteligencia, han rechazado los hallazgos del FBI. Una carta oficial del Consejo, presentada en febrero, afirma que no hay evidencia creíble que respalde la supuesta colaboración entre el régimen de Maduro y el Tren de Aragua en Estados Unidos.

Este conflicto interno ha generado debate institucional y ha llevado a la apertura de una investigación por filtración de información clasificada, luego de que Trump afirmara públicamente en marzo que el chavismo “controla” al Tren de Aragua. Pese a la presión política, el Consejo Nacional de Inteligencia ha reiterado que la visión del FBI carece de fundamento sólido.

El uso de la “Alien Enemies Act” bajo fuego judicial

El uso de esta ley por parte de Trump ha sido ampliamente impugnado por organizaciones legales y de derechos humanos, que argumentan que no aplica a contextos migratorios ni a organizaciones criminales, sino exclusivamente a conflictos bélicos entre Estados. Por ahora, tribunales federales han frenado las deportaciones, señalando que su uso viola garantías constitucionales.

El Tren de Aragua: expansión del crimen organizado venezolano

Originado como un sindicato de obreros ferroviarios en el estado venezolano de Aragua a mediados de los 2000, el Tren de Aragua evolucionó hacia una de las organizaciones criminales más peligrosas de América Latina. Bajo el mando de Héctor “Niño Guerrero”, quien dirigía el grupo desde la cárcel de Tocorón, expandió su control hacia otros países como Colombia, Perú, Chile y, recientemente, Estados Unidos.

En EE. UU., el grupo ha sido detectado operando en al menos 19 estados, incluyendo Florida, Nueva York, Texas y California, involucrado en delitos como tráfico humano, fraude, extorsión y violencia armada. El Departamento del Tesoro lo designó en julio de 2024 como organización criminal transnacional, ofreciendo recompensas por información sobre sus líderes.

Impacto regional: Chile y Perú bajo amenaza

En América Latina, el grupo ha dejado una huella profunda en la seguridad ciudadana. En Chile, el Tren de Aragua ha sido vinculado a delitos graves como homicidios y trata de personas, incluyendo el asesinato del exmilitar venezolano Ronald Ojeda, en lo que se sospecha fue un encargo político con implicaciones internacionales.

En Perú, el grupo opera una red de explotación sexual transnacional y ha utilizado rutas migratorias para traficar y explotar a mujeres. La facción conocida como “Los Gallegos” ha protagonizado amenazas públicas, contribuyendo al aumento de la xenofobia y la tensión social en la región.

/psg