A una semana de las elecciones regionales y legislativas celebradas en Venezuela el pasado 25 de mayo, el excandidato presidencial opositor Edmundo González Urrutia calificó el proceso como una “farsa” y destacó la baja participación como una muestra de “fuerza y convicción” por parte de la ciudadanía.

“Hoy se cumple una semana de la demostración de fuerza y convicción que dieron los venezolanos. ¡No más farsa!”, expresó este domingo desde el exilio en España, a través de su cuenta en X (antes Twitter). Acompañó su mensaje con un video en el que denuncia que los centros electorales estuvieron “vacíos” y aseguró que el oficialismo fue “dejado solo” por el pueblo.

Participación mínima, según la oposición

La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), coalición opositora mayoritaria, decidió no participar en las elecciones del 25 de mayo, denunciando previamente falta de garantías y el desconocimiento de los resultados de las presidenciales de julio de 2024, en las que aseguran que González Urrutia fue el verdadero ganador, y no Nicolás Maduro, como proclamó el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Según cifras del chavismo, el Gran Polo Patriótico (GPP) obtuvo 253 de los 282 escaños del Parlamento, además de 23 de las 24 gobernaciones, incluyendo la de Guayana Esequiba, una región en disputa con Guyana.

La líder opositora María Corina Machado afirmó que más del 85 % de los venezolanos se abstuvo, calificando la jornada como un acto de “desobediencia ciudadana” y rechazo a un proceso “ilegítimo”.

Represión y detenciones

El proceso electoral se vio marcado por la denuncia oficialista de un supuesto plan para “boicotear” las elecciones, lo que derivó en más de 70 detenciones, incluyendo al exdiputado opositor Juan Pablo Guanipa.

El presidente Maduro acusó directamente a Machado de estar detrás de intentos de desestabilización. En un discurso reciente, se refirió a ella de forma indirecta como “la diabla perversa”, a quien responsabiliza de intentar “llenar de caos Venezuela”.

“Se gastaron más de mil millones de dólares para asaltar el poder en Venezuela. Pero la fusión popular, militar y policial perfecta no los dejó. No pudieron, ni podrán”, dijo Maduro.

Acusaciones cruzadas y tensión política

Las protestas ocurridas tras las elecciones del 28 y 29 de julio fueron calificadas por el gobierno como intentos violentos organizados por la oposición, supuestamente con participación de “mercenarios”.

Desde el antichavismo, las declaraciones de Maduro son vistas como parte de una campaña de difamación destinada a justificar la represión y consolidar el poder mediante elecciones no competitivas.

Reacciones internacionales

Organismos de derechos humanos y observadores internacionales han expresado preocupación por el clima de represión, la falta de transparencia electoral y la exclusión sistemática de candidatos opositores. Llaman a retomar el diálogo político como vía para resolver la crisis institucional y económica que atraviesa Venezuela.

Mientras tanto, la comunidad internacional sigue atenta a los próximos pasos del régimen y de la oposición, en un escenario aún marcado por la incertidumbre y la polarización.

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