Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China podrían encontrar un punto de inflexión en los próximos días, según funcionarios del gobierno estadounidense que anticipan una conversación “muy pronto” entre el presidente Donald Trump y el líder chino Xi Jinping.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, aseguró que la solución a los conflictos comerciales podría estar cerca si ambos mandatarios dialogan directamente. “Confío en que cuando el presidente Trump y el presidente del Partido Comunista, Xi Jinping, se comuniquen, esto se pueda resolver”, afirmó en una entrevista con CBS.

Nuevas fricciones tras incumplimiento del acuerdo

Las tensiones se reavivaron el viernes pasado cuando Trump acusó a China de incumplir los términos del acuerdo comercial alcanzado el 12 de mayo en Ginebra, que buscaba detener la escalada arancelaria entre ambas potencias. El compromiso contemplaba una reducción temporal de los aranceles: al 30% en productos estadounidenses y al 10% en los chinos, luego de haber alcanzado picos de 125% y 145%, respectivamente.

El origen del nuevo conflicto sería la demora de China en otorgar licencias de exportación para tierras raras y otros componentes clave, fundamentales para la fabricación de semiconductores y automóviles. Según el Wall Street Journal, estas trabas afectarían a India y Europa, además de EE.UU.

“El hecho de que China esté reteniendo algunos de los productos que acordó suministrar (…) puede deberse a una falla en el sistema chino o quizás sea intencional”, advirtió Bessent.

Contacto Trump–Xi: ¿esta semana?

El principal asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, declaró en ABC que una conversación directa entre Trump y Xi podría tener lugar “esta semana”. Por su parte, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, sostuvo que “el presidente sabe lo que tiene que hacer y encontrará una solución”.

Ambos funcionarios reafirmaron que la administración estadounidense está adoptando medidas para presionar a Beijing a implementar los acuerdos pactados.

Obstáculos legales en EE.UU.

En paralelo, la agenda arancelaria de Trump enfrenta obstáculos judiciales. El Tribunal de Comercio Internacional bloqueó parcialmente el uso de la Ley de Respuesta Económica de Emergencia de 1977 (IEEPA), impidiendo la imposición de nuevos aranceles sin aprobación del Congreso. Esto afecta gravemente las medidas contra China, Canadá y México en el contexto de la lucha contra el fentanilo.

Un tribunal de apelaciones suspendió temporalmente el fallo para revisar el caso de fondo. Hassett defendió el uso de la IEEPA alegando una “emergencia nacional” y reiteró que es la opción “más rápida y legalmente sólida”.

Seguridad y cadenas de suministro

La administración Trump también justifica sus medidas en la necesidad de proteger sectores estratégicos, como el acero, del dumping chino. “Estados Unidos no puede depender de otros países para su seguridad industrial”, declaró Hassett.

Este tema, junto con la política de tierras raras, será uno de los puntos centrales en la eventual conversación Trump–Xi, que podría marcar el rumbo de las relaciones comerciales entre las dos principales economías del mundo.

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