Con la llegada del mes de junio, las salas de cine se preparan para una de las películas más esperadas de 2025: Superman. La nueva adaptación del icónico superhéroe creado por Jerry Siegel y Joe Shuster no solo marca el inicio del renovado Universo DC, sino que también lo hace con una decisión inusual en el género: una duración contenida de apenas 122 minutos.
Dirigida por James Gunn, esta versión será la primera gran apuesta del nuevo DC Studios bajo su liderazgo creativo, y rompe con la tendencia actual del cine de superhéroes, donde los largometrajes suelen superar las dos horas y media. La duración confirmada convierte a esta entrega en la más breve protagonizada por Superman en casi cuatro décadas. Desde Superman IV: En busca de la paz (1987), que tuvo una duración de apenas 90 minutos, no se veía una película del personaje con una extensión tan reducida.
Esta elección temporal puede resultar sorprendente para algunos espectadores, pero también representa una estrategia narrativa. La concisión puede favorecer una experiencia cinematográfica más dinámica y enfocada, alejándose del agotamiento que generan muchas producciones del género con metrajes excesivos. En este contexto, Superman no solo busca relanzar a uno de los personajes más emblemáticos del cómic, sino también redefinir la forma en que se cuenta su historia en pantalla.
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