Una reciente investigación realizada por la Universidad de Toronto alertó que seguir dietas hipocalóricas podría favorecer la aparición de síntomas depresivos, especialmente en hombres y personas con sobrepeso u obesidad. El estudio fue publicado en la revista BMJ Nutrition Prevention & Health y analizó cómo la restricción calórica impacta en el bienestar mental.
Datos y metodología
El análisis incluyó a 28.525 adultos, utilizando datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de Estados Unidos (NHANES) entre 2007 y 2018. Al inicio, el 7,79% de los participantes presentaba síntomas depresivos, un 33% tenía sobrepeso y un 38% obesidad.
Los encuestados reportaron si estaban siguiendo alguna dieta, que fue clasificada en cuatro grupos:
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Dietas con restricción calórica
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Dietas con restricción de nutrientes específicos (grasas, azúcar, sal, etc.)
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Planes estructurados (por ejemplo, para personas con diabetes)
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Sin dieta
A través del cuestionario PHQ-9, se detectó un mayor nivel de síntomas depresivos entre quienes seguían dietas hipocalóricas en comparación con quienes no realizaban cambios en su alimentación.
Resultados destacados
El estudio reveló que las dietas con restricción calórica se asociaron con un aumento en síntomas cognitivo-afectivos, que involucran pensamientos negativos y emociones. En contraste, las dietas que limitan nutrientes específicos se vincularon con síntomas somáticos, como ansiedad y preocupación por el cuerpo.
Los investigadores explicaron que la reducción de carbohidratos o grasas esenciales, como omega-3, podría afectar la función cerebral y empeorar el estado de ánimo, especialmente en hombres con mayores necesidades nutricionales.
Advertencias y conclusiones
Los autores resaltaron que, por tratarse de un estudio observacional, no se puede establecer una relación causal directa entre las dietas bajas en calorías y la depresión. Sin embargo, mencionaron que la restricción calórica y la obesidad pueden causar deficiencias nutricionales y estrés fisiológico, factores que podrían agravar los síntomas depresivos.
Asimismo, la frustración por la falta de resultados o el efecto rebote en la pérdida de peso podrían contribuir a este fenómeno.
Finalmente, el estudio subraya la importancia de hacer recomendaciones dietéticas personalizadas, considerando el índice de masa corporal y el sexo de las personas.
Contexto previo
En investigaciones anteriores, se había encontrado que un alto consumo de alimentos ultraprocesados incrementa la probabilidad de presentar depresión leve o ansiedad, reforzando la relación entre alimentación y salud mental.
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