Hace más de 60 años se descubrió que nuestro planeta emite un pulso electromagnético constante conocido como la resonancia de Schumann, también denominado el ‘latido’ de la Tierra. Este fenómeno es generado por las descargas eléctricas producidas por las aproximadamente 2.000 tormentas eléctricas que ocurren simultáneamente en la atmósfera terrestre, provocando unos 50 rayos por segundo a nivel global.

Gracias a un innovador vídeo compuesto con imágenes por satélite, ahora es posible apreciar esta resonancia en toda su magnitud. Esta visualización forma parte de la exposición inmersiva YOU:Matter, creada por el colectivo artístico Marshmallow Laser Feast para el evento Bradford 2025 UK City of Culture, en colaboración con el National Science and Media Museum.

El vídeo recrea visualmente la resonancia de Schumann con una belleza impactante. Según el perfil de Instagram @space.for.earth, los satélites capturan la fotosíntesis midiendo la fluorescencia clorofílica inducida por el sol (SIF), un débil resplandor emitido por las plantas que indica la tasa de absorción de dióxido de carbono (CO₂). Además, combinan esta información con métricas como el Índice de verdor, que utiliza teledetección en el infrarrojo cercano para evaluar la cantidad de clorofila en la vegetación. Entre las agencias involucradas destacan la NASA, NOAA, JPL, Caltech, y satélites como el GOSAT, el Observatorio Orbital del Carbono (OCO-1, 2 y 3), PACE, y la familia de satélites Sentinel.

¿Qué provoca el ‘latido’ de la Tierra?

La resonancia de Schumann fue predicha por primera vez en 1952 por el físico alemán Winfried Otto Schumann. Este fenómeno se debe a la actividad eléctrica de los rayos que generan ondas electromagnéticas de muy baja frecuencia (VLF) que quedan atrapadas entre la superficie terrestre y la ionosfera (ubicada entre 80 y 700 km de altitud). Estas ondas, con una frecuencia fundamental de aproximadamente 7,83 Hz, se propagan de manera rítmica alrededor del planeta. Además, existen modos secundarios de resonancia a frecuencias de 14,3 Hz, 20,8 Hz, 27,3 Hz y 33,8 Hz.

La resonancia de Schumann como sensor planetario

En los últimos años, el monitoreo de estas resonancias ha revelado importantes correlaciones con la actividad solar y fenómenos terrestres. En mayo, el Sistema de Observación Espacial de Tomsk (Rusia) y estaciones en Cumiana (Italia) detectaron un aumento inusual en la intensidad de estas ondas, evento que ha sido relacionado con la posible predicción de terremotos de gran magnitud.

Asimismo, se han observado efectos de las tormentas solares en la resonancia, ligados al debilitamiento temporal del campo magnético terrestre, lo que permite una mayor penetración de plasma y partículas solares en la atmósfera, alterando los patrones de resonancia.

Aunque algunas teorías pseudocientíficas vinculan la resonancia de Schumann con efectos sobre la salud humana y animal, hasta la fecha no existe evidencia científica que respalde estas afirmaciones. Sin embargo, su relevancia para la ciencia atmosférica y climática es indiscutible, contribuyendo a mejorar la comprensión de la interacción entre la Tierra y el espacio.

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