El Ejército israelí afirmó este martes que eliminó al general Ali Shadmani, segundo jefe del Estado Mayor de Irán, en un bombardeo aéreo ejecutado durante la noche sobre Teherán. Según el comunicado oficial, el ataque se realizó tras recibir información precisa de inteligencia, que permitió identificar una «oportunidad repentina» para impactar un cuartel general en pleno corazón de la capital iraní.
- «Ali Shadmani, jefe del Estado Mayor de la Guerra y comandante de alto rango de las fuerzas armadas iraníes, fue abatido en la operación», señaló el Ejército israelí.
Escalada de advertencias
Horas después del anuncio, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, lanzó una advertencia directa al líder supremo de Irán, Ali Jameneí, al que acusó de seguir una política de agresión contra Israel. En una alusión directa, lo comparó con el exdictador iraquí Saddam Hussein, ejecutado en 2006.
- «Advierto al dictador iraní contra continuar cometiendo crímenes de guerra y disparando misiles a ciudadanos israelíes. Haría bien en recordar el destino del dictador en el país vecino», dijo Gallant.
Amenaza directa contra Jameneí
Durante una evaluación de seguridad junto al jefe del Estado Mayor israelí, Eyal Zamir, y otros altos mandos, Gallant aseguró que Israel continuará sus ofensivas sobre Teherán, incluyendo infraestructuras críticas del régimen. Como ejemplo, mencionó el bombardeo del lunes contra la sede de la radiotelevisión pública iraní, que dejó al menos tres muertos.
- «Llamo a los residentes de Teherán a evacuar lugares sensibles siguiendo las instrucciones del portavoz del Ejército en persa. Es por su protección», agregó Gallant.
Mensaje a la ciudadanía iraní
El ministro también se dirigió al pueblo iraní:
- «No se pongan en peligro y no sean rehenes de un dictador que los utiliza para su supervivencia».
El tono de confrontación también fue adoptado por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien al ser consultado sobre la posibilidad de un ataque directo contra Jameneí, respondió:
- «Haremos lo que sea necesario».
El asesinato de un alto oficial iraní en territorio nacional marca un nuevo y grave episodio en la creciente tensión entre Israel e Irán, y eleva las posibilidades de una escalada regional con consecuencias imprevisibles.
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