Una investigación reciente de la Universidad Concordia de Montreal, Canadá, reveló que la terapia acuática o hidroterapia puede ser eficaz para reducir el dolor lumbar crónico, una afección que provoca rigidez, disminución del movimiento y otras dificultades.
El estudio, publicado en la revista Scientific Reports, evaluó a 34 personas con dolor lumbar crónico de más de tres meses de evolución, divididas en dos grupos: uno recibió un programa de ejercicios en el agua, y el otro, tratamiento convencional en una clínica. Ambos grupos asistieron a dos sesiones semanales durante diez semanas, guiados por terapeutas deportivos certificados.
“La inmersión en agua hace que las personas se sientan mejor de inmediato, porque alivia la carga sobre la columna vertebral”, explicó Maryse Fortin, autora principal del estudio.
Resultados significativos en salud muscular y emocional
Los participantes del grupo de terapia acuática mostraron un aumento en el tamaño de músculos clave en la parte superior de la columna, esenciales para la estabilización espinal. Además, este grupo redujo el miedo al dolor y mejoró la calidad del sueño, factores que pueden frenar la recuperación en personas con dolor crónico.
Por otro lado, ambos grupos lograron mejoras en la fuerza lumbar, pero solo el grupo de terapia acuática mostró una correlación entre la salud muscular y el bienestar psicológico, con disminución de ansiedad y depresión.
“El hecho de que estos cambios sean clínicamente significativos significa que tienen un impacto real en cómo se sienten los pacientes”, sostuvo Fortin.
El agua como entorno terapéutico
La flotabilidad del agua reduce el impacto en la columna, lo que permite realizar movimientos que serían dolorosos o imposibles en tierra firme. Esto favorece la adherencia al tratamiento y permite mayor intensidad en los ejercicios, según los autores.
El programa incluyó progresiones individualizadas con el uso de mancuernas, bandas elásticas y cambios de posición corporal para fortalecer el tronco y las caderas.
Un enfoque prometedor con evidencia muscular
Este estudio es uno de los primeros en utilizar resonancias magnéticas para observar cambios en la morfología muscular después de una intervención acuática en pacientes con dolor lumbar.
“Necesitamos seguir explorando esta relación entre los cambios musculares, el dolor y el estado psicológico”, concluyó Fortin.
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